El Juego de los Exes romance Capítulo 157

La primera vez que Gabriela vio a Noelia, supo de inmediato que era una mujer con clase, siempre hablaba con dulzura y con medida.

Jaime describía a su madre como una tigresa, pero Gabriela le tenía envidia. Aparte de su propia madre, Noelia era la mujer con más esencia que había conocido.

Después de lo que acababa de suceder, y al haber estado en el hospital tanto tiempo sola, sus defensas internas se habían debilitado.

La noche anterior, en una húmeda, sus mejillas dolían y su cuerpo se sentía mal debido a los efectos secundarios de los medicamentos.

Soñó con su madre.

Pero el sueño fue corto, después de todo, su madre había muerto hace muchos años, y ya había olvidado cómo era su amor y cariño.

La presencia de Noelia era como la encarnación de la gentileza.

"¿Penny?"

Noelia la vio pensativa y pensó que estaba triste.

"Cada familia tiene sus problemas. Si prefieres que no vaya a ver a tus padres, no iré. ¿Recuerdas lo que te dije la última vez? Si tienes problemas, busca a Jaime, él es tu novio, él te ayudará."

Cuanto más bondadosa era Noelia, más culpable se sentía Gabriela.

"Sra. Sagel, lo entiendo, lo recordaré."

Estaba desesperada por salir de allí.

Noelia notó su incomodidad y pensó que era su orgullo el que estaba actuando. Después de todo, verse tan deshecha ante la madre de su novio dos veces, y Penny siendo una persona tan fuerte, probablemente no le contaría esto a Jaime, debía estar sintiéndose avergonzada.

Noelia simplemente sonrió ante esto.

"Tienes guardado mi número de teléfono, mi actitud hacia ti sigue siendo la misma."

Gabriela asintió con vergüenza y al llegar finalmente a la puerta del hospital, pudo relajarse un poco.

Una vez en el coche, se dirigió al Chalet Monte Verde.

Sabía que Sebastián estaría en la oficina, así que no se encontraría con él al volver.

Pero estaba cansada de tener que esconderse siempre, ojalá el dinero del banco llegara pronto.

Al entrar en el salón, María vio la marca en su mejilla y se asustó.

No había dormido la noche anterior y no se despertó hasta la tarde, luego empezó a preocuparse por la remodelación de la casa de Sebastián.

Carlos estaba ansioso por su condición laboral, para cuidar su reputación sin ser expuesto, probablemente seguiría acosándola para llegar a un acuerdo, tenía que encontrar una solución.

Gabriela se duchó y decidió ir a confirmar con la compañía asociada esa tarde, la casa de Sebastián tenía que empezar el proyecto de remodelación lo antes posible, no podía seguir retrasándose.

Sacó su teléfono y recordó el dinero que había prestado a Sebastián antes, así que lo devolvió.

En este preciso instante, Sebastián estaba en camino de regreso a Chalet Monte Verde, no porque tuviera el deseo de ver a esa mujer, sino porque su abuelo lo había llamado, insistiendo en que debía volver para acompañar a Gabriela.

Su abuelo le dijo que Gabriela estaba desanimada que necesitaba la compañía de un hombre.

El Abuelo Sagel estaba muy decidido, enfatizó especialmente que la gente de Chalet Monte Verde le informaría de la situación de Sebastián y que si Sebastián no volvía, él mismo iría a la Corporación Sagel para traerlo de vuelta.

En su mente, apareció el rostro de esa mujer, con ojos llenos de amor, una apariencia débil, quién sabe que le ha dicho a su abuelo.

Esto hizo que sintiera aún más repulsión hacia su esposa legal.

Decidió que tan pronto como su abuelo se recuperara, definitivamente se divorciaría de inmediato, no quería esperar ni un minuto para desenvolverse.