El Juego de los Exes romance Capítulo 237

Después de dejar la mansión, Gabriela se sentía incómoda y quemada por dentro debido a la vergüenza que había experimentado. Respiró profundamente para calmarse rápidamente, ya que necesitaba resolver el problema de Leo Orozco lo antes posible para poder regresar a Ciudad San José sin preocupaciones.

Había investigado a Óscar Pérez, el jefe involucrado, y descubrió que su vida personal no tenía problemas y era muy responsable en su trabajo, prácticamente sin defectos. La razón por la que envió a alguien a buscar a Leo estaba claramente relacionada con el incidente de su hijo, quien sufrió heridas graves y necesitó más de veinte puntos de sutura, algo inaceptable para cualquier padre.

Gabriela pasó mucho tiempo buscando en las redes sociales hasta que encontró una foto de Óscar Pérez con Sergio Lira, tomada el año pasado para celebrar el inicio de un proyecto. Luego, llamó a Sergio.

Pronto se oyó su voz al otro lado.

"Penny, ¿qué pasa, me extrañas?"

Gabriela fingió no oír esa frase y preguntó: "¿Te acuerdas de un líder llamado Óscar que vino a Ciudad Santa Cruz el año pasado?"

Sergio había comenzado a trabajar en los negocios de la compañía hace mucho tiempo, conociendo a tantas personas cada año, no necesariamente recordaría ese nombre.

Gabriela envió esa foto.

"La persona en esta foto, ¿la recuerdas?"

Sergio recordó un poco y sonrió, "Ah, sí, ¿qué pasa? ¿Necesitas algo?"

Gabriela explicó la situación con Leo y Óscar. Sergio suspiró mientras se tocaba la frente. "La Corporación Sagel ha estado teniendo negocios en Ciudad Santa Cruz recientemente, ¿verdad? Con Sebastián ocupado en esos asuntos, ¿no sería más rápido resolver el problema hablando con él?"

Gabriela sabía que él estaba siendo sarcástico, pero no podía hacer nada, después de todo, necesitaba su ayuda.

"El Sr. Sagel está ocupado todos los días, no tiene tiempo para mis pequeños asuntos, y además, sólo tengo una relación ordinaria con él."

Sergio volvió a reír, "Está bien, lo llamaré, pero incluso si no quiere llamar a la policía, tu primo todavía tendrá que pagar, más de veinte puntos no es poca cosa, lo entiendes, ¿verdad?"

"Sí, lo entiendo, siempre y cuando mi primo no termine en prisión", respondió Gabriela.

Después de colgar el teléfono, Gabriela escuchó un tosido detrás de ella, y se quedó paralizada.

Al darse la vuelta, vio a Sebastián, Isabel, Álvaro Quijano y otros jefes que acababan de acompañar a Sebastián.

No sabía cuánto tiempo habían estado allí.

"Gracias entonces, le pediré a mi primo que se disculpe."

"¡Vaya, si que tienes habilidades! Lograste que Sergio me llamara, ¡ja, ja!"

Dijo Óscar, luego se giró hacia Sebastián.

"Sr. Sagel, le acompañamos a su auto, este proyecto ya está decidido, esperamos que la gente de la Corporación Sagel venga a desarrollarlo."

Sebastián asintió, sin volver a mirar a Gabriela.

Gabriela se quedó parada como si estuviera clavada en el suelo, esperando hasta que el auto de Sebastián se alejara, luego ella se llevó la mano a la frente, sintiéndose molesta.

Ay.

¡Ay! ¿Cuántas cosas de ella había escuchado Sebastián esta vez?