El Juego de los Exes romance Capítulo 358

Gabriela recibió una llamada del hospital, le informaron que Maximiliano había tenido un accidente, estaba en coma.

El médico estaba notificando a los contactos que encontraron en el celular de Maximiliano.

Cuando Gabriela llegó al hospital, Lorena ya estaba allí, llorando desconsolada.

Tenía el móvil de Maximiliano en la mano, había visto los mensajes que Gabriela le había enviado, los ojos de Lorena estaban llenos de resentimiento.

"¡Perra! ¿Acaso esto es una trampa tuya? ¡Eres una criminal, voy a llamar a la policía y que te arresten!"

Lorena, enojada, se acercó a Gabriela con la intención de darle una bofetada.

Pero Gabriela se adelantó y la apartó sin vacilación.

"Tía Lorena, ¿Ya salió el informe médico? Solo quería hablar de negocios con Maximiliano, sabes que la empresa de la familia De La Rosa ha tenido algunos problemas últimamente. ¿Qué tiene de malo que le mande esos mensajes? Además, él fue quien me buscó, deberías entenderlo, ¿no?"

Pero Lorena no podía aceptar el hecho de que Maximiliano estaba en coma, se lanzó contra Gabriela.

Gabriela fue empujada hacia atrás, chocó con la pared detrás de ella, sintió un dolor intenso en el pecho, casi insoportable.

Lorena comenzó a golpear y patear a Gabriela de forma frenética.

"¡Perra! ¡Voy a matarte! ¡Voy a matarte!"

Con José Manuel desaparecido y Maximiliano en coma, Lorena perdió el control.

Gabriela no podía esquivar el ataque de una persona fuera de control, en poco tiempo su mano ya estaba marcada con profundas heridas de uñas.

Lorena incluso intentó cegar a Gabriela de forma maliciosa.

"¡Muere!"

Varias enfermeras acudieron para intentar separar a Lorena, pero no tuvieron éxito.

Las enfermeras comenzaron a gritar desesperadas.

"¡Seguridad! ¡Llamen a seguridad!"

En poco tiempo, dos guardias de seguridad llegaron y finalmente lograron separar a Lorena, pero la mano de Gabriela ya estaba herida, manchada de sangre.

Las uñas de Lorena estaban llenas de sangre.

Miraba a Gabriela con furia, incluso intentó patearla.

"¡Perra! ¡Debería haberte matado desde el principio, qué mala suerte tuve al conocerte!"

Gabriela bajó la mirada, examinó su mano, las heridas causadas por las uñas dolían más que las cortadas con un cuchillo y eran más propensas a infecciones.

Lorena estaba a punto de continuar su arrebato, pero escuchó a una enfermera gritar a lo lejos.

"¡El Sr. de La Rosa ha despertado! ¡Rápido! Sus familiares vengan, el Sr. de La Rosa ha despertado."

De inmediato, Gabriela olvidó el dolor en su mano y se apresuró hacia la habitación del hospital donde estaba Simón.

Lorena se quedó paralizada al escuchar esa frase.

Gabriela entró rápidamente en la habitación del hospital y vio que Simón realmente había abierto los ojos y parecía mucho mejor.

"Lucio ha muerto."

Un destello de shock cruzó los ojos de Simón, su tos se volvió más intensa.

"¿Cómo pudo pasar eso? Su salud siempre ha sido buena, ¿no?"

"La conclusión de la investigación policial es que murió de una intoxicación alcohólica."

"Lucio dejó de beber hace mucho tiempo."

"Ya no hay forma de investigar más sobre esto, la policía ya ha cerró el caso."

Al escuchar que alguien con quien había estado tanto tiempo había muerto, Simón quedó muy afectado, intentó apresuradamente levantarse de la cama, pero Gabriela lo detuvo.

"Todavía necesitas descansar en el hospital."

Simón apartó su mano, golpeando accidentalmente su herida.

Ella frunció el ceño por el dolor.

Solo entonces Simón notó la sangre en el dorso de su mano, "¿Qué te pasó?"

Justo cuando terminó de hablar, Lorena entró empujando la puerta.

Había escuchado su conversación desde fuera y se sintió aliviada de que Simón no acordaba por qué estaba en el hospital.

La cara de Lorena se llenó de orgullo, y luego comenzó a quejarse ante él.