El Juego de los Exes romance Capítulo 408

Sebastián se frotó la frente con la mano. "¿Me llamaste aquí solo por esto?"

"Se trata de la misión secreta de Zack. Ha pasado tanto tiempo desde su muerte, pero todavía están investigando todas sus acciones pasadas, incluido tu padre. Hace años que no regresa a casa, y tengo entendido que también está investigando el pasado de tu hermano. Seguramente dejó algo muy importante, tal vez en manos de su novia, es posible que ni siquiera ella sepa la importancia de eso".

Sebastián se quedó en silencio, vestido con un elegante traje, su aire era frío y afilado.

"Sebas, o quizás piensa en qué tipo de chica le gustaría a Zack. Podemos hacer una selección en la Ciudad de San José, tal vez encontraremos algo más rápido".

Sebastián se dirigió a la puerta, Fausto notó su falta de interés, apenas lo miró.

"Esa información podría revelar la causa de la muerte de Zack."

El cuerpo de Sebastián se tensó un poco, apretó los labios.

"Ya lo he revisado, no tenía novia".

"Así que estoy planeando que alguien escanee esos papeles. Tenía menos de veinte años en ese momento, y si estaba enamorado, seguramente se distraería".

Sebastián solo dejó una frase antes de irse: "Avísame si tienes resultados".

Una vez fuera, Fausto ordenó a las personas que trasladaran todos los papeles de estas dos habitaciones para su revisión. Si tuvieran tiempo, seguramente encontrarían algún nombre de mujer relacionado con Zack en esos documentos.

La razón por la que Fausto está tan empeñado en encontrar esa cosa es por la familia Mena, recibieron una orden misteriosa.

Además, la muerte de Zack fue muy repentina.

Después de que Sebastián subió al auto, agarró ligeramente el volante, salió de ese lugar.

Cuando pasó por la intersección, vio un auto estacionado a su lado.

Ambos autos estaban esperando el semáforo, la ventana de ese auto estaba medio abierta, mostrando la cara de Gabriela.

Sebastián arqueó las cejas, también abrió su ventana, tocó la bocina dos veces.

Gabriela miró en silencio hacia adelante, asustada por el sonido de la bocina, se giró y vio a Sebastián.

Tenía una sensación de ensueño, como si hubiera visto a ese hombre.

Quizás fue una ilusión causada por la luz, se quedó atónita.

Recordó una línea de esa carta, me he convertido en cada gota de lluvia que te acompaña.

Se sintió muy triste.

Sebastián volvió a tocar la bocina dos veces, insatisfecho con su actitud fría.

Gabriela volvió en sí y le sonrió.

Sebastián señaló un restaurante cercano, claramente quería invitarla a comer.

Gabriela no tenía muchas ganas de ir, pero tampoco quería ofender a Sebastián, así que estacionó el auto fuera del restaurante.

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