El Juego de los Exes romance Capítulo 676

Sebastián Sagel se mantuvo en silencio, el ambiente se tornó frío.

Jaime Orozco se sintió un poco incómodo, pero aun así intentó consolarlo: “Quizás a Penny le gusten los hombres comunes como su marido, eres demasiado destacado, podría sentirse presionada contigo, no te sientas mal.”

“¿De dónde sacas que me siento mal?”

El rostro de Sebastián no mostraba ninguna emoción, tenía una expresión de determinación: “No me interesa ella.”

Se puso de pie y comenzó a caminar hacia la salida, como si hubiera pensado en algo, su tono de voz se volvió aún más frío.

“Además, ya se ha divorciado, ese tipo es a lo mucho su exmarido. Apostaría a que ella lo dejó, él es solo un pobre diablo.”

Sebastián caminó directamente hacia su auto, pensando en cómo se había apresurado a ir al cine aquella noche por un mensaje suyo, no pudo evitar sentir que era un poco ridículo.

La ira se encendió en su pecho, subió a su auto y pisó el acelerador sin dudarlo.

Cuando llegó al hotel, Fabio Milanés lo llamó, diciendo que la taquilla ya había alcanzado los trescientos millones.

“Sebas, felicidades a ti y a Penny. Su inversión se puede quintuplicar.”

Al escuchar el nombre de Penny, Sebastián sintió que sus nervios se tensaban.

Además, no recordaba nada sobre aquella película, solo respondió con indiferencia.

A Fabio le encantaban las noticias de entretenimiento. En cuanto veía las noticias de moda, se las leía a Sebastián.

“Esta noche Shawn Walsh fue fotografiado por los paparazzi, supuestamente fue a ver una película acompañado de una mujer. Aunque su perfil es algo borroso, me parece que es Penny.”

Continuó revisando las noticias de moda, ya que Shawn era muy popular en ese momento, y la película estaba en la cartelera, las noticias estaban muy calientes.

En menos de una hora, esa noticia ya estaba en el primer lugar de las noticias de moda.

Se rio un poco.

“No está mal, es como hacer publicidad gratuita para la película. Si la taquilla llega a cuatrocientos millones, tu inversión con Penny podría multiplicarse por diez, después de todo, todavía hay que sumar todos los ingresos posteriores.”

Pero habló para sí mismo durante un rato, sin escuchar ninguna respuesta de Sebastián, por lo que lo llamó con un tono de incertidumbre: “¿Sebas?”

Sebastián miraba por la ventana, al final no pudo evitar preguntar: “¿Antes no me llevaba bien con ella?”

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