El Juego de los Exes romance Capítulo 700

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Mencía se escondía a una cierta distancia, temerosa de acercarse.

De repente, alguien le dio una palmadita en el hombro. Mencía gritó del susto, su rostro se volvió pálido.

Al oír el ruido, todas las miradas se dirigieron a Mencía.

Mencía se sintió muy avergonzada, inmediatamente se volteó hacia la persona que la había asustado: era Sandra.

Había un hombre junto a Sandra, bastante guapo, el cual lucía bastante joven, su atractivo era más que promedio pero no espectacular.

"Sandra, casi me matas del susto."

"¿Qué haces escondiéndote aquí?"

Cuando Sandra miró hacia donde Mencía había estado escondiéndose y vio a Penny, se tensó y miró instintivamente al hombre a su lado.

Ese hombre era Ulíses.

Al ver que Ulíses no se había percatado de Penny, Sandra soltó un suspiro de alivio.

Por otro lado, Ana seguía ridiculizando a Gabriela.

"De repente recordé, ¿te he visto antes?"

Gabriela se tensó, ella también pensaba que Ana le resultaba familiar, pero no podía recordar dónde la había visto.

Hasta que Ana habló.

"Hace unos años, en la fiesta de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad San José, la familia Mena fue invitada como inversionista, y había una estudiante que salió corriendo del backstage. ¿Eras tú, cierto?"

Gabriela sintió como si su corazón fuera estrangulado.

En aquel entonces, había varios inversores en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad San José, uno de ellos era Roberto Lira.

Gabriela, debido a su excelente rendimiento académico y su belleza, fue elegida para entregar flores a esos inversores. Roberto le dijo que había olvidado algo y le pidió que lo recogiera.

Gabriela siguió a Roberto al backstage, pero Roberto la abordó directamente.

Gabriela luchó asustada, huyendo del salón lleno de gente.

Todos pensaron que simplemente había tropezado. Pero los inversores eran personas astutas, probablemente se dieron cuenta de lo que había sucedido en el backstage.

Ana de repente entendió: "Ahora lo recuerdo, ¡eras la estudiante que no pudo resistir tener relaciones con un hombre incluso en el backstage de la fiesta!"

Ana rio fríamente y su boca se curvó en una sonrisa.

"Pensaba que me parecías familiar, resulta que aún no has cambiado, todavía dependes de los hombres para vivir... El que estuvo contigo esa noche, parece que no te dio mucho dinero. ¿Quizás incluso te atrapó la esposa? ¿Es por eso que te ves tan incómoda ahora?"

La ceremonia de graduación era un punto doloroso en el corazón de Gabriela, pero en ese momento Ana no dejaba de atacarla.

Gabriela no decía ni una palabra, y Ana estaba emocionada como si estuviera en éxtasis.

"¿No puedes hablar? ¿Qué derecho tienes para ofender a la familia Mena?"

Gabriela se volvió para continuar mirando el cuadro en la pared, sin responderle a Ana.

Al principio Ana pensó que estaba llevando la ventaja, pero en ese momento que su oponente se veía tan imperturbable, sentía que se veía como una payasa haciendo un espectáculo ridículo.