El Juego de los Exes romance Capítulo 706

El viejo Sagel le metió veinte latigazos seguidos, solo entonces se sintió satisfecho.

La espalda de Sebastián ya estaba gravemente herida y seguía sangrando.

Juanjo tomó una profunda bocanada de aire, se sentía molesto solo de ver al chico, sabía que ese joven era tenaz, así que agitó su mano con impaciencia y dijo: "Que se vaya y se arrodille afuera, ninguno de ustedes le dé su abrigo."

Estaba helado afuera, Sebastián solo llevaba una camisa y su espalda estaba llena de heridas, si fuera cualquier otra persona, ya estaría muerto.

El mayordomo quiso intervenir asustado, pero escuchó a Juanjo decir: "El chico tiene suerte, no va a morir."

Sin dudarlo, Sebastián se levantó, salió y se arrodilló.

El mayordomo no pudo razonar con ellos, así que solo suspiró en el salón.

Estaba nevando mucho afuera, quería sostenerle el paraguas a Sebastián, pero este se lo impidió.

"Sr. Sagel, deberías usar el paraguas para protegerte de la nieve. Está nevando mucho, cuando se derrita, tu ropa se mojará y te resfriarás."

Sebastián se mantenía erguido y dijo: "No es necesario."

El mayordomo sostuvo el paraguas por su cuenta, y se quedó a su lado.

Pero ya era mayor, y a mitad de la noche ya no pudo resistir.

Sebastián hizo que los demás sirvientes llevaran al mayordomo a descansar.

Por otro lado, desde que Sebastián se había ido, Gabriela se recostó en la silla como si estuviera paralizada.

Aún había calor en el carro, y los temblores aún persistían en sus huesos.

Arregló su falda antes de abrir la puerta del carro.

Cuando el viento frío entró, se dio cuenta de cuán loca había sido con Sebastián.

A solo unos metros de su casa, se habían quedado aquí...

No pudo evitar llevarse la mano a la frente, cuando llegó a la puerta, un sirviente la abrió.

Gabriela no conocía a los sirvientes allí, así que solo asintió y subió a la habitación principal.

Después de sudar tanto, se dio un baño caliente.

Cuando se acostó, recordó la llamada que Chloe le había hecho, así que la devolvió.

Chloe ya había regresado del hospital, después de que la llevaron, despertó de inmediato. El médico le dio medicamentos para el dolor, no era nada serio.

En ese momento estaba de vuelta en el lugar que alquilaba, al ver sus cosas y las de Ulíses, se sintió increíblemente tranquila.

"Srta. de La Rosa."

"Chloe, ¿te sientes mejor?"

"Estoy bien, debe haber sido algo que comí, no te preocupes, ya estoy en casa."

Cuando Gabriela le preguntó así, se sintió calidez en su corazón.

Luego de colgar, empezó a recoger las cosas que se habían caído al suelo.

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