El Juego de los Exes romance Capítulo 748

Gabriela estaba sentada en la esquina, golpeando la cabeza suavemente contra la pared, repitiendo esa acción automáticamente.

El hombre también le tenía miedo a esas criaturas, por lo que sus movimientos estaban restringidos. Se dirigió rápidamente hacia Gabriela, planeando llevarla afuera.

Agarró a Gabriela, ella gritó y lo empujó con fuerza.

Ni siquiera sabía qué estaba frente a ella, solo tenía una idea en mente, y eso era huir.

No importaba a dónde huyera, siempre y cuando no estuviera en esa habitación.

El hombre fue derribado por Gabriela, cayó sobre algunas serpientes y comenzó a gritar de miedo.

Gabriela pareció despertar de repente, se lanzó sobre él, golpeando la cabeza del hombre contra el suelo con fuerza.

El hombre solo vio todo borroso ante sus ojos, y se desmayó.

Se levantó para salir, pero su estómago, que llevaba todo el día sin comer, se contraía sin cesar.

No había nadie afuera, Chus ya había llevado a todos los demás para facilitar el movimiento de los guardaespaldas, lo que le dio la oportunidad a Gabriela.

Siguió ese camino, tropezando varias veces.

Tenía tanto miedo que no se atrevía a hacer ruido, cayó desde la fortaleza hasta el camino del jardín de la villa, apareció un par de zapatos de cuero frente a ella.

Roque miró con sorpresa a la mujer frente a él.

"¿Penny?"

Gabriela extendió una mano, agarrando con cuidado un borde de su pantalón.

"Sálvame."

Después de decir eso, se desmayó.

Roque había visitado la Mansión de los Sagel ese día porque Chus lo había invitado.

La familia Sánchez del Cine Sánchez CO. era muy poderosa, su padre esperaba que se quedara un tiempo en Ciudad San José y estableciera buenas relaciones con la nobleza local.

Eso era lo que Roque hacía mejor, aunque no entendía las verdaderas intenciones de su padre, pero como su padre se lo había ordenado, tenía que hacerlo.

Chus había organizado una fiesta de té el día anterior, y ese día había organizado una pequeña reunión, y dijo que habría una sorpresa.

Chus era despiadada, si Gabriela y el guardaespaldas mostraban cualquier muestra de afecto, ella podría acusarlos de adulterio. Gabriela ya no tendría lugar en Ciudad San José.

Y a la Gabriela de la actualidad, Chus seguramente le diría que estaba loca, solo una loca tendría un amorío con un guardaespaldas en la villa de su exsuegra, y en ese momento nadie en la escena se atrevería a contradecirla.

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