El Juego de los Exes romance Capítulo 752

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Al caer la tarde, Roque recibió una llamada de un amigo invitándolo a salir a tomar algo. Sin embargo, Roque estaba preocupado por la seguridad de Gabriela, por lo que le dijo: "Necesitas descansar bien aquí, y solo después de recuperarte podrás hacer otras cosas. Chus no te dejará ir tan fácilmente, primero debes pensar en cómo manejarlo. Si te vas de aquí, ella podría aprovechar la oportunidad para controlarte nuevamente."

Ella no podía enfrentarse sola a la familia Sagel.

Roque llegó al bar y para su sorpresa, Sebastián también estaba allí esa noche.

Levantó ligeramente las cejas y luego se sentó junto a Sergio Lira.

Sergio ya había contactado a Gabriela esa noche, ella le confesó que estaba en la casa de Roque.

Por lo tanto, al ver a Roque en ese momento, Sergio se llenó de celos.

"Sr. Roque, pareces tener una relación ambigua con todos. No sé cómo lograste convencer a Penny para que fuera a tu villa."

Sergio estaba provocando a Sebastián, su rival a distancia, y también examinando la actitud de Roque.

Sergio era más astuto que Roque. No le importaba el pasado de una mujer. Él mismo era un donjuán, ¿no sería ridículo si exigiera que los demás fueran castos?

Estaba atraído por el carácter y la personalidad de Gabriela.

Sebastián no quería asistir a tal reunión en primer lugar. Pero cuando escuchó las palabras de Sergio, sus ojos se agudizaron instantáneamente y se giró hacia Roque.

Roque sabía muy bien lo que Sergio estaba haciendo, era muy astuto.

Pero no tenía miedo, planeaba molestar a Sebastián de todos modos.

"Sr. Lira también dijo que la convencí con palabras dulces, por lo que obviamente dije lo que ella quería escuchar."

Viendo la satisfacción en los ojos de Roque, los celos de Sergio ya se habían desbordado.

"Ya lleva dos días en tu villa y no veo que el Sr. Roque la saque, ¿planeas tenerla como mascota? Penny no es ese tipo de mujer."

Roque levantó ligeramente su copa y sonrió.

"No le he restringido su libertad, puede irse en cualquier momento. Pero ahora ella no quiere irse."

La sala se quedó en silencio, los jóvenes presentes habían escuchado sobre el pasado de Penny y Sebastián. Al escuchar a dos hombres discutiendo abiertamente sobre ella, todos entendieron de inmediato que habría un buen espectáculo esa noche.

Los ojos de Sebastián estaban fijos en Roque, como si quisiera ver a través de él. Pero Roque parecía no darse cuenta.

En ese momento, Sebastián seguía manteniendo la calma. Solo él sabía que en su interior había un mar de emociones.

Vació la copa de un trago, con una sensación de ardor desde la boca hasta la garganta, como si estuviera en llamas.

Fabio Milanés, sentado a su lado, se asustó y trató de detenerlo, no pudo evitar soltar un par de palabrotas.