El Juego de los Exes romance Capítulo 9

Al día siguiente, bien temprano, Gabriela cubrió las marcas en su cara con maquillaje y se dirigió a su estudio de trabajo.

El estudio se encontraba en un edificio comercial y constaba de dos plantas.

Era un trabajo a medio tiempo a largo plazo para ella, y no había requisitos estrictos para el registro de entrada y salida, pero las reuniones de resumen mensuales eran obligatorias.

Normalmente, Enrique llegaba primero, pero en esta ocasión aún no había aparecido.

Llegó media hora después de que comenzó la reunión.

Llevaba el mismo traje que el día anterior, y parecía bastante apurado.

Gabriela se detuvo mientras giraba un bolígrafo en sus manos, sospechando que algo le había sucedido.

"Disculpa, hoy llegué tarde." El hombre dirigió al frente de la sala y se sentó en la silla principal, al ver la mirada preocupada de Gabriela, le sonrió ligeramente como disculpa.

Todos continuaron con la reunión como de costumbre.

Después de la reunión, Gabriela planeaba irse con todos los demás, pero al ver que Enrique aún estaba sentado en su silla sin moverse, no pudo evitar acercarse y preguntar, "¿Qué pasó?"

Él levantó su mano cansado y se frotó la frente, "Ha habido problemas en casa."

Su voz era muy ronca, parecía que no había dormido en toda la noche.

Movió sus labios como si quisiera decir algo, pero se detuvo.

"¿Es grave?" Preguntó la joven.

Él no respondió inmediatamente, sino que se quedó en silencio durante unos minutos antes de responder: "Estoy considerando si debo vender el estudio, pero no sé cómo decirles a todos."

Gabriela estaba un poco sorprendida, el estudio estaba en pleno crecimiento, ¿por qué querría venderlo de repente? ¿Necesitaba el dinero?

Pero el estudio era su vida y puso mucho esfuerzo durante estos años, a menos que no tuviera otra opción, no pensaría en venderlo.

"¿Cuánto falta?" Preguntó Gabriela.

"Al menos veinte millones." Enrique sonrió amargamente y se frotó la frente, "Si hubiera conseguido el contrato de Sebastián anoche, hubiera sido genial, pero desafortunadamente..."

Al escuchar esa respuesta, quedó un poco desconcertada, luego volvió a insistir. "¿Y si estoy aquí para hablar de una colaboración?"

"Los asuntos comerciales deben ser tratados con el departamento comercial, los documentos que requieren la firma del Sr. Sagel serán revisados por él."

Su silencio hizo que la recepcionista la mirara con cierto desdén, parecía otra mujer tratando de tener éxito a través de un hombre, esperando los tiempos de entrada y salida del empresario, solo para tener la oportunidad de hablar con él.

Ya hubo más de una que había hecho eso en los últimos días.

Gabriela también tuvo dificultades para explicarse, no podía simplemente decir que en realidad era la esposa de su jefe.

Pero si seguía esperando de esa manera, no sabía cuánto tiempo más tendría que esperar para verlo.

¿Realmente necesitaba volver a la familia Sagel?

Mientras dudaba, su celular indicó que tenía un mensaje de un desconocido.

【Hola, Srta. de La Rosa, soy el abogado personal del Sr. Sagel. He ido a su casa dos veces para hablar del acuerdo de divorcio, pero no la encontré. ¿Será posible reunirnos ahora?】