El pacto de los trillizos romance Capítulo 24

Unos minutos después, Jean e Ian volvieron a su mansión. Tan pronto como entraron por la puerta, Jean emitió una orden:

—Investiga los antecedentes de Neera García.

Ian se sintió confundido y preguntó:

—¿Por qué? ¿Hay algún problema con la Doctora García?

Jean, mientras se desabrochaba la camisa y se sentaba en el sofá, respondió:

—Sí, lo hay. A pesar de su corta edad, es una doctora muy hábil. ¿Por qué no hemos oído hablar de ella en los últimos años, cuando recorrimos el mundo en busca de médicos? No creo que alguien tan hábil como ella sea prácticamente desconocida.

Ian comprendió de inmediato lo que quería decir. La familia Beauvort había invertido enormes recursos en la búsqueda de un médico que pudiera curar la enfermedad de Jean. Habían contactado con los médicos más renombrados en sus respectivos campos y habían buscado en zonas rurales a médicos especializados en medicina popular. En resumen, no habían dejado ninguna posibilidad sin explorar en su búsqueda de la recuperación de su heredero. Sin embargo, nunca habían oído hablar de una persona llamada Neera García.

Ian sugirió:

—Quién sabe, quizás simplemente no nos topamos con ella. El mundo está lleno de médicos, y algunas personas pueden permanecer fuera de nuestro alcance a pesar de nuestros recursos como la familia Beauvort...

La Doctora Nancy era un ejemplo de ello. Jean no estuvo en desacuerdo con la teoría de Ian:

—Incluso si ese es el caso, aún quiero saber más sobre ella. Si va a tratar mi enfermedad, quiero conocer todo lo que podamos averiguar.

Ian asintió y acató:

—Entendido, la investigaré de inmediato.

Más tarde, durante la noche, Ian llevó el historial médico de Jean a Neera, mientras que el segundo se retiró a su estudio para seguir trabajando. De repente, su teléfono sonó, y frunció el ceño al ver el nombre en la pantalla. La llamada era de su padre, Frederic Beauvort.

El anciano no perdió tiempo y comunicó:

—He invitado a la familia García para discutir tu boda mañana por la tarde. Deberías venir y echar un vistazo a tu futura esposa.

La expresión de Jean cambió inmediatamente: