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El Precio del Desprecio: Dulce Venganza romance Capítulo 51

Pero había un problema: él le pertenecía a Luciana.

¿Qué iba a hacer?

Los otros jóvenes ricos empezaron a emocionarse. Después de todo, Dana no solo era una prestigiosa heredera, sino que además estaba soltera, y tenía más de un admirador en el grupo.

—Vamos, Dana, elige de una vez —Apuró Valentina, con una sonrisa traviesa antes de dirigirse a Luciana. —Dime, Luciana, nuestra prima siempre ha sido muy selectiva. ¿Quién crees que será el afortunado?

Luciana le lanzó una mirada asesina. —Por supuesto que es selectiva, tiene pretendientes por montones. ¿Quién te crees para cuestionarla?

Ella se limitó a sonreír sin decir palabra.

Luciana observó a Dana con genuina curiosidad. Ni ella misma podía imaginar a quién elegiría su prima, desde su regreso al país se había convertido nada más y nada menos que en la asistente del doctor milagro. Sus padres no podían estar más orgullosos frente a la abuela, mientras ella se dedicaba a buscar el partido perfecto entre la crema y nata de Nueva Celestia.

—¿Ya te decidiste? —preguntó Luciana.

Todos observaban expectantes mientras Dana se ponía de pie. Le lanzó una mirada coqueta a Mateo antes de anunciar: —Bien, voy a elegir.

Empezó a caminar en dirección a Mateo. Al pasar junto a otro joven rico, Luciana se animó: —¿Vas a elegir a Leo?

Pero ella siguió caminando.

Cuando pasó junto a otro, Luciana volvió a ilusionarse: —¿Será Carlos?

Tampoco.

Dana pasó de largo a todos los herederos hasta que solo quedó... ¡Mateo!

Luciana se levantó de golpe, interponiéndose en su camino. —Dana, ¿a quién vas a elegir? No me digas que…

Con el paso bloqueado, Dana le respondió sin rodeos: —Así es, Luciana, elijo al señor Figueroa.

Capítulo 51 1

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