El romance del dulce remolino: Señor, ¿le gustaría ser mi pareja en el matrimonio? romance Capítulo 103

A las 2 p.m., cuando Tang Ruochu estaba disfrutando de su tranquila tarde con Lu Shijin, el timbre de su habitación sonó de repente.

Tang Ruochu abrió la puerta y vio a Xiao'ai afuera. Ella preguntó con curiosidad: "¿Qué pasó?".

"Nada. Solo estoy aquí para recordarte que la hora para la sesión fotográfica de Ruoruo se acerca. Prepárate un poco y luego sal con nosotros".

Xiao'ai habló con un tono frío pero sus ojos no dejaban de mirar a la habitación, como si quisiera ver cómo era la Suite Presidencial.

Tang Ruochu le bloqueó la vista y respondió con frialdad: "Entendido. Estaré allí en un rato. Puedes irte ahora".

Xiao'ai no estaba muy dispuesta a irse, pero no podía decir nada porque Tang Ruochu tenía una postura firme. Por lo tanto, ella solo pudo darse la vuelta malhumorada e irse.

Después de que Xiao'ai se fuera, Tang Ruochu regresó a su habitación y vio a Lu Shijin examinando algunos documentos en el sofá. Él la miró y comentó: "¿Vas a salir?".

"Sí. ¿Y tú? ¿Trabajarás aquí?".

Lu Shijin había venido hasta aquí para acompañarla, pero ella tenía que dejarlo solo, lo cual la hizo sentirse un poco culpable.

"No, una de mis oficinas está aquí. Pasaré por allí".

Tang Ruochu estaba desconcertada mientras parpadeaba y lo miraba fijamente. "¿El Grupo Thunderbolt tiene otras oficinas?".

El dedo de Lu Shijin dejó de moverse mientras sonreía con suficiencia. "No es del Grupo Thunderbolt, sino mi empresa familiar".

"..."

Tang Ruochu se quedó sin palabras cuando volteó a mirarlo. "¿También estás a cargo de un negocio familiar además del Grupo Thunderbolt?".

Lu Shijin asintió ligeramente. "Sí".

"..."

Tang Ruochu se quedó en silencio por un tiempo y luego sus ojos se deslumbraron de manera extraña. "La familia Lu lidera las cuatro familias principales de Beining, seguida por las familias Shen, Chu y Ling... Si no estoy mal, ¿entonces Shen Mu, los otros y tú pertenecen a las cuatro familias principales?".

"No hay necesidad de adivinar. Es bastante obvio".

Lu Shijin se rió excéntricamente, con un significado oculto dentro de la sonrisa.

Tang Ruochu respiró hondo ya que se sentía un poco tonta.

Esa noche, durante la reunión, ella ya había anticipado tal posibilidad. Sin embargo, nunca lo señaló. Por lo tanto, ella todavía se sentía sorprendida cuando Lu Shijin lo había admitido.

¡Las cuatro familias principales!

Esas familias eran familias extremadamente famosas en la nación Con sus negocios extendidos por todo el mundo, ni siquiera 10 Grupos Ji se podían comparar con esas empresas.

Tang Ruochu hizo todo lo posible para calmar la conmoción en su corazón. Después de un rato, ella frunció los labios y murmuró para sí misma: "Es imposible. ¿Exactamente qué tan afortunada debo ser para que el esposo que recogí al azar de las calles tenga un historial tan formidable?".

Al ver a su pequeña esposa sacudir la cabeza, Lu Shijin se rió.

¡Su reacción fue realmente divertida!

Tang Ruochu agarró su cámara portátil antes de encontrarse con Gu Ruoruo en la entrada principal del hotel.

A sus ojos, Tang Ruochu se había convertido en una chica superficial y extravagante.

Aunque nació en una cuna de oro, ella nunca antes se había preocupado por cosas tan superficiales. Ella nunca habría usado esas cosas para humillar a otros.

Sin embargo, la forma en que Tang Ruochu había tratado a Gu Ruoruo hoy lo decepcionó.

"¿Superficial?".

Tang Ruochu estaba aturdida mientras lo miraba con ojos incrédulos. "¿Soy superficial? Jaja, Ji Yinfeng, ¿no crees que deberías decirle estas palabras a Gu Ruoruo? Si soy superficial, ¿en qué la convierte eso? Con tu apoyo, ella hizo todo lo posible para reprimirme. ¡Es extremadamente divertido que tú me llames así!".

Ji Yinfeng hizo una pausa por un momento. "Ella no se comportaría como tú ahora".

"¿Qué he hecho hoy? Antes de abordar el avión, Gu Ruoruo presumió mucho su boleto de clase ejecutiva, así que, ¿por qué no la llamaste superficial? ¿O crees que no tengo derecho a estar en la cabina de primera clase ya que ninguno de ustedes pudo entrar?".

Tang Ruochu sonrió con suficiencia; sus ojos estaban llenos de burla.

Ji Yinfeng no habló, simplemente la miró fijamente con su mirada fría.

Tang Ruochu tenía razón. Ji Yinfeng había sido tratado como un emperador desde su nacimiento, obteniendo todo lo que quería y siendo servido de manera excelente dondequiera que fuera.

Sin embargo, hoy, al manejar la situación de Tang Ruochu, él había probado el sabor de la derrota.

Todo era culpa de ese hombre misterioso que la apoyaba.

Debido a ese ridículo hombre, su orgullo y su autoestima se fueron al piso. Además, como Tang Ruochu ignoró su presencia, él no pudo evitar insultarla.