El romance del dulce remolino: Señor, ¿le gustaría ser mi pareja en el matrimonio? romance Capítulo 160

Ellas se apresuraron para ir a la estación de policía después de salir del set de filmación.

La estación de policía de Beining era extremadamente ruidosa y se podía ver a muchos policías uniformados moviéndose por la estación. Había atisbos ocasionales de pequeños criminales siendo amonestados en sus asientos, y todo parecía estar muy ordenado.

Pronto, un grito imperativo interrumpió el orden de la estación de policía y la apariencia de orden se volvió patas arriba.

"¡No me iré a menos que acepte encerrar a este bastardo en una celda por dos días!".

La voz del orador no era muy fuerte, pero era lo suficientemente clara para ser escuchada por todos en la estación de policía.

Todos se giraron y miraron en la dirección de la voz.

Ellos vieron a una hermosa mujer de piel clara que estaba sentada en un escritorio en el lado izquierdo del salón. Ella estaba vestida con un vestido rojo ceñido que mostraba sus voluptuosas curvas y le daba un aire seductor.

Su belleza era extremadamente llamativa, y sus ojos almendrados se sumaban a su encanto seductor. Ella parecía rica y con derecho, pero por su tono, también estaba claro que tenía un temperamento irascible.

Todos se sintieron un poco aturdidos cuando vieron su belleza por primera vez, pero, poco después, sus expresiones cambiaron a miradas de incredulidad.

"Dios mío, si no me equivoco, ¿no es el hombre de mediana edad frente a ella el jefe de policía?".

"¿Cómo se atreve esta joven a darle órdenes al jefe de policía?".

Todos se sorprendieron y se preguntaron quién era esta belleza irritable y por qué tenía tantas agallas. Algunos se frotaron los ojos con incredulidad, sin poder creer lo que acababan de presenciar.

"Ejem, Señorita, como este hombre ha explicado, fue solo un malentendido. Y, no parece alguien que la engañaría, así que ¿podría calmarse, por favor? Acaba de regresar y debería irse a casa", dijo el jefe de policía de manera engatusadora.

Sin embargo, en el fondo, él se estaba exasperando por esta mujer y deseaba poder echar a la despreocupada alborotadora.