El romance del dulce remolino: Señor, ¿le gustaría ser mi pareja en el matrimonio? romance Capítulo 182

Las noticias se extendieron como un incendio forestal, hasta el punto de que casi no podían ser contenidas.

Mientras tanto, el personaje principal, Qin Manni, nunca salió a decir algo. Era como si se hubiera esfumado por completo.

Ese día, decenas de reporteros salieron de sus nidos y comenzaron a hacer investigaciones exhaustivas. Todos esperaban poder entrevistar a la propia Qin Manni.

Naturalmente, este también fue el propósito del viaje de Tang Ruochu.

Sin embargo, incluso si uno tuviera conexiones, sería básicamente imposible encontrar a alguien que se estaba escondiendo a propósito.

Sintiéndose impotente, Tang Ruochu solo podía comenzar con aquellas celebridades que tenían una buena relación con Qin Manni.

Sin embargo, en un período tan delicado, las celebridades de la industria eran muy conscientes de su posición. Ellos evitaron por completo este tema a toda costa para evitar buscarse problemas. Con un esfuerzo tremendo, ella consiguió que algunos hablaran de eso, pero todos fueron muy formales.

Estando ocupada en el trabajo, Tang Ruochu no sabía que los problemas se le acercaban lentamente.

Tang Ruochu pasó la tarde yendo de un lado a otro. Alrededor de las 8 p.m., tuvo una cena informal afuera. Después, planeaba ir al Grupo Lu para buscar a Lu Shijin. La pareja había hecho arreglos para ir a casa juntos.

Mientras tanto, cuando ella llegó a una intersección, un auto salió de repente de una esquina oscura y se detuvo a su lado. Después, en un abrir y cerrar de ojos, alguien le cubrió la boca y la arrastró dentro del auto.

Tang Ruochu estaba totalmente impactada. Luchó para gritar por ayuda. Sin embargo, antes de que pudiera abrir la boca, sintió un olor acre a medicina penetrando en su nariz. Entonces, todo se volvió oscuro y perdió la consciencia.

...

En ese momento, en la oficina del Director Ejecutivo del Entretenimiento de Grupo Thunderbolt...

Lu Shijin seguía sentado en su escritorio, terminando su trabajo inacabado. Mu Ling entró con una taza de café y dijo respetuosamente: "Señor, su café".

Lu Shijin asintió y levantó la taza. Sin embargo, por alguna razón, sus cejas se levantaron de repente. También perdió el control de la taza de café y, con un fuerte golpe, la taza cayó de nuevo sobre la mesa.

En ese instante, el oscuro líquido salpicó por toda la mesa y mojó numerosos documentos importantes.

Mu Ling se asustó y rápidamente consiguió unos pañuelos para limpiarlo. Al mismo tiempo, miró sorprendido a Lu Shijin. "Señor, ¿se encuentra bien?"

Las cejas de Lu Shijin se fruncieron ligeramente. Sintió inquietud en su corazón. Rápidamente levantó su mano y miró la hora en su reloj.