El romance del dulce remolino: Señor, ¿le gustaría ser mi pareja en el matrimonio? romance Capítulo 198

El Tío Zhao se fue poco después. Inmediatamente después de que se fue, Tang Ruochu no podía esperar para pasar las soluciones al médico para que las revisara.

El resultado fue inesperado; el médico no reconoció esta solución. "Esta cosa debe ser importada. En este momento, no está en el mercado, así que tendremos que hacer un examen más detenido para conocer sus componentes".

"En ese caso, tendremos que molestarlo para que lo haga".

Después de salir cortésmente del consultorio del médico, Tang Ruochu respiró hondo. Ella intentó oprimir la frustración en su corazón.

Lu Shijin la abrazó y le susurró al oído con suavidad, "Los resultados saldrán pronto. No te preocupes".

Tang Ruochu apoyó la cabeza contra su pecho. De repente hubo un indicio de cansancio en su tono. "¿Crees que realmente hay alguien en la tierra tan despiadado?".

Todos estos años, ella había pasado por un sufrimiento interminable al luchar sola contra Gu Ruoruo y su madre.

Sin embargo, nunca admitió la derrota. Ella era como un caballero medieval pero femenina que contraatacaba con todas sus fuerzas y nunca se cansaba.

Sin embargo, cuando esto llevó a la razón detrás del repentino colapso de Tang Song, ella sintió la verdadera crueldad de los corazones de los humanos.

Lu Shijin sabía lo que estaba pensando. Él la abrazó con fuerza por compasión y dijo gentilmente, "Sí, pero esas personas generalmente no llegan a un buen final. ¡Aún me tienes!".

Tang Ruochu asintió.

¡Ella todavía lo tenía! Sólo podía sentirse en paz con él a su lado.

Al mediodía, los resultados de la solución aún no habían salido. Mientras tanto, Xiaoxiao y Song Anyi llegaron primero.

Cuando los vio a los dos, el estado de ánimo de Tang Ruochu se elevó enormemente. Miró a Xiaoxiao y le preguntó con curiosidad: "¿Qué ha estado haciendo estos días, Señorita Ocupada?".

"¿Qué puedo hacer? Por supuesto, estaba manejando algo importante".

Xiaoxiao levantó su delicada barbilla con orgullo. Una mirada traviesa cruzó por sus hermosos ojos.