El romance del dulce remolino: Señor, ¿le gustaría ser mi pareja en el matrimonio? romance Capítulo 23

“Si, todos sienten que el riesgo es muy grande, asique…”

“¿Exactamente qué está sucediendo?”

Ji Yinfeng encontró la situación bastante difícil de creer.

El Grupo Ji era una de las más grandes compañías en China. Si ellos querían suprimir alguna noticia, debía ser fácil.

Inesperadamente, estaban sufriendo rechazo de parte de todos los medios informativos.

No, algo tenía que estar mal con todo esto.

Usualmente, mientras le dieran suficiente dinero, estos medios informativos no rechazarían ninguna petición de suprimir alguna noticia. No había razón alguna para declinar tan gran trato de negocios.

Ji Yinfeng era listo y sintió lo inusual de la situación. El rápidamente se tranquilizó.

Linda examinó cuidadosamente su expresión. “Señor, ¿Qué hacemos ahora?”

“Olvídate de los medios informativos por ahora. En cuanto a Weibo, en lugar de depender de las grandes cuentas, contrata cibernautas para deshacernos de los comentarios negativos. Y para la imagen de la compañía, notifica al departamento de relaciones públicas que prepare una declaración de inmediato.”

“Sí, señor.”

Linda se fue rápidamente, dejando a Gu Ruoruo y a Ji Yinfeng en la oficina.

Para ese entonces, Gu Ruoruo había dejado de llorar. Ella no era estúpida. De lo que dijo Linda, ella obviamente podía sentir que algo no estaba bien.

“Yinfeng, alguien tiene que estar detrás de todo esto. ¡Es Tang Ruochu, tiene que ser ella!. Ella es reportera, ¡esta es su área de experiencia!. De otra manera, los comentarios de los cibernautas no estarían inclinados hacia un solo lado, el de ella”.

Gu Ruoruo habló con resentimiento. Incluso en este punto en el tiempo, no se olvidó de darle algo de crédito a Tang Ruochu.

Ji Yinfeng solo frunció el ceño y no refutó sus palabras.

Gu Ruoruo no estaba equivocada. Alguien tenía que estar trabajando tras bastidores.

“¡No te preocupes, regresa ahora!”

“Bueno entonces, me voy. Cuida bien de tu cuerpo”.

Gu Ruoruo prontamente dejó la oficina de Ji Yinfeng.

No obstante, la furia en su corazón seguía ardiendo. Ella no se podía calmar.

¿Por qué ella?

Ella solo estaba peleando por su propia felicidad. ¿Qué tenía eso de malo?

¿Qué había hecho ella para ser rechazada mientras Tang Ruochu era amada por todos?

Entre más pensaba en el asunto, mucho más injusto sentía que era. Gu Ruoruo sacó su teléfono con rabia y llamó a Lu Xiaolin. “Xiaolin, hace un tiempo atrás mencionaste que querías conocer al segundo joven maestro de Shenghai Entertainment, El Señor Li. Te lo podría presentar, pero primero necesito que me ayudes con algo…”