El romance del dulce remolino: Señor, ¿le gustaría ser mi pareja en el matrimonio? romance Capítulo 25

Luego de un rato, Tang Ruochu llegó de afuera.

“¿Directora, me estaba buscando a mí?”

“¿sabes por qué te mande a llamar?”

La mirada de Li Na era aguda , y ella emanaba un aura de un poderoso superior.

Tang Ruochu siempre respetó a esta directora, ya que Li Na no solo era capaz, sino que también era una gran líder.

¿A quién no le agradaría una gran triunfadora? Sin mencionar que ella la había ayudado en varias ocasiones anteriormente.

“No, no lo sé directora, por favor dígamelo inmediatamente”.

Tang Ruochu sacudió su cabeza. Su actitud no era ni servil ni despótica.

“Xiao Tang, aunque admiro tu desempeño en el trabajo, debemos mantener las cosas claras. No me interesa tu vida personal, pero espero que esta no afecte tu trabajo. ¿Ves a los reporteros allá abajo? Ya han afectado las entradas y salidas de nuestros empleados. Esto está pasando por tu culpa, así que tú deberías ser la encargada de solucionarlo. Antes de que acabe el día, no quiero ver a ningún reportero de otro medio de comunicación abajo. ¿Entendido?”

Li Na era elocuente y feroz, lo que hacía ver su buena presencia aún más dominante y poderosa.

Fue entonces cuando Tang Ruochu se dio cuenta de lo que sucedía.

Ella la había llamado por esto.

Ella no salió esta mañana a recoger noticias, así que por eso no sabía que había una gran multitud de reporteros afuera.

Sin embargo, este incidente era en efecto causado por ella, así que ella debería ser la encargada de solucionarlo.

Pensando en esto, Tang Ruochu no trató de disminuir su responsabilidad. Ella dijo directamente, “Directora, no se preocupe. Solucionaré esto lo más rápido posible. Y si no hay ningún otro tema, saldré de inmediato.”

Okay, ve. Enfócate en tu trabajo. Tienes un excelente desempeño. No dejes que nadie arruine tu futuro. Yo creo en que serás mucho mejor en el futuro basado en tu desempeño.

La severa expresión de Li Na finalmente se había relajado bastante. Ya no estaba hablando tan seriamente.

Tang Ruochu estaba en shock. Ella oyó inmediatamente el significado del mensaje subyacente.

Ella le estaba diciendo que no se preocupara por gente que no valía la pena.

¿Será que Li Na vio las noticias esta mañana?

Tang Ruochu sonrió. “Gracias Directora. Yo también creo que puedo mejorar.”

Luego de eso, ella asintió su cabeza a Li Na, y salió de la oficina.

Li Na también sonrió en su oficina.

Ella también era reportera, así que estaba más familiarizada con la situación que cualquier otro. Por lo tanto, era muy hábil manejando la situación.

“Muchas gracias por tomarse el tiempo de venir a entrevistarme. En referencia a sus preguntas, las responderé una a una aquí. Primero que todo no tengo ninguna intención de hacer un debut. Como todos ustedes, yo también soy reportera. Me gusta mucho este trabajo y no tengo planes de cambiarlo por ahora.

Y en cuanto a la otra cosa, no tengo mucho que decir. Gu Ruoruo es la hija de mi madrastra, y Ji Yinfeng es mi amigo de la niñez. Ambos son mi familia, asique…desde que decidieron estar juntos, lo único que puedo decir es que los respeto y que tienen mi bendición. Ya que están enamorados con todo el corazón, estoy dispuesta a ceder a ellos.

Por último, quiero pedirles que por favor paren de molestar con este problema. Mi hermana está embarazada. Por favor no la lastimen.”

Luego de dar su discurso, Tang Ruochu se inclinó profundamente ante su audiencia.

Ella se veía sincera y genuina. No había pretensión alguna.

Pero de sus palabras, claramente todos captaron sus sentimientos de pérdida, tristeza, impotencia, dolor y numerosas más que eran inexplicables. Sus palabras fueron conmovedoras.

Los reporteros parecían haberlas sentido y no sabían que más preguntarle.

Tang Ruochu vio lo que estaba pasando, y ella sabía que había alcanzado el efecto deseado.

Periodísticamente hablando, tal vez no era tan experimentada como otros de los reporteros presentes, pero su rápida manera de pensar definitivamente era la mejor.

Había proveído mucha información en su discurso, suficiente para que los reporteros insistieran y especularan.