Resumo de Capítulo 28 – Uma virada em El romance del dulce remolino: Señor, ¿le gustaría ser mi pareja en el matrimonio? de Internet
Capítulo 28 mergulha o leitor em uma jornada emocional dentro do universo de El romance del dulce remolino: Señor, ¿le gustaría ser mi pareja en el matrimonio?, escrito por Internet. Com traços marcantes da literatura Romance, este capítulo oferece um equilíbrio entre sentimento, tensão e revelações. Ideal para quem busca profundidade narrativa e conexões humanas reais.
La pareja disfrutó la cena completamente. Tang Ruochu bebió algo de vino y estaba un poco achispada. Ella se sintió un poco mareada cuando se fueron.
Al llegar a casa, mientras Lu Shijin se quitaba su abrigo, le ordenó a ella, “Anda y date una ducha primero”
“Está bien”
Las mejillas de Tang Ruochu se sentían calientes mientras caminaba en dirección al baño de manera inestable.
Unos 40 minutos después, ella terminó y salió. Ella le dijo a Lu Shijin, quien estaba esperando en el sofá, “He terminado. Tu turno.”
Lu Shijin la miró. Viéndola con su cabello todo regado sobre sus hombros mientras goteaba mojado, él frunció el ceño. “Ven siéntate aquí”.
“Jmm”
Tang Ruochu dudó por un momento, pero entonces se sentó al lado de él.
Lu Shijin no dijo nada. Se levantó, y buscó un secador de cabello, y empezó a secarle el mismo.
Inicialmente, Tan Ruochu estaba un poco aturdida. “Puedo hacerlo yo misma”.
“Quédate quieta.” Dijo él en una voz profunda.
Tang Ruochu salió de sus pensamientos. Ella lanzó su cabello hacia atrás y le dio una brillante sonrisa.
La mirada de Lu Shijin se congeló como si estuviera bajo un hechizo. Él no podía apartar la mirada de su cara.
Bajo la iluminación de las luces, su largo cabello era como una cascada, resaltando sus delicados detalles. Sus mejillas eran translúcidas, sus cejas eran tan delgadas como aguas tranquilas, y sus ojos ocultaban una galaxia dentro de ellos. Su sonrisa era encantadora, y su pijama de satín bosquejaba su exquisito físico. No había palabras para describir la vista.
Tal vez estaba algo achispada; su piel estaba cubierta con un atractivo rosa. Abarcaba desde su cara hasta su cuello. Ella era tan atractiva que aceleraba su corazón.
El duro corazón se suavizó en ese instante. Lu Shijoin no podía contenerse más. Él acercó su cadera y se inclinó a besarla.
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