El romance del dulce remolino: Señor, ¿le gustaría ser mi pareja en el matrimonio? romance Capítulo 313

Después de la reunión, Tang Ruochu y Song Anyi salieron juntas de la sala de conferencias. Tan pronto como salieron, fueron bloqueadas por varias mujeres.

Miraron hacia arriba y descubrieron que eran las mujeres del Departamento de Publicidad.

Aparte de sus propios colegas en el Departamento de Medios, por lo general solo asentían con la cabeza a las personas de otros departamentos cuando los veían. Recordarían sus rostros pero no sus nombres.

A pesar de que estas mujeres no acudieron a ellas con buenas intenciones, Tang Ruochu aún sonrió y les preguntó: "¿Qué puedo hacer por todos ustedes?".

Esas pocas mujeres la escanearon de la cabeza a los pies con una mirada muy grosera. Luego, resoplaron: "Eres regular. Pensé que serías más bonita".

Al escuchar eso, Song Anyi frunció el ceño. "Oye, ¿no sabes que es muy grosero criticar la apariencia de otras personas?".

"Pfft, ¿por qué debería ser cortés con ella?". Una de las mujeres resopló y le dijo.

"Exactamente. Ella es simplemente la amante del Director Ejecutivo. ¿Que tiene de bueno eso?".

"Lo que dijiste no está bien. ¿Cómo puede eso no hacerla grandiosa? Si puede conectarse con el Director Ejecutivo, significa que es buena".

"Jaja...". Las mujeres se taparon la boca y se burlaron de ella.

"Tú...". Song Anyi estaba tan enojada que quería darles una lección.

En ese momento, Tang Ruochu extendió su mano y tiró de ella hacia atrás. "Anyi, no discutas con ellas, o te rebajarás a su nivel".

"Tienes razón. Sólo un grupo de perdedoras se sentirían celosas de los demás y se burlarían de ellas", dijo Song Anyi con sarcasmo.

Al escuchar eso, las mujeres se cabrearon. "¿A quién llamas perdedoras?".

Song Anyi levantó la barbilla provocativamente. "A quien esté respondiendo".

Tang Ruochu no pudo evitar palmear su cara. "¿No acaba de decir que no tome represalias? ¿Por qué lo estaba haciendo de nuevo?".

"Espera y mira cómo te desgarramos la boca"

Song Anyi se sintió impotente y cedió antes de cerrar los ojos. Estaba lista para recibir el dolor.

Sin embargo, el dolor no llegó. En cambio, cayó en un cálido abrazo, y una ráfaga de un fresco y dulce olor a menta entró en sus fosas nasales.

El olor familiar hizo que su corazón palpitara por alguna razón.

Mantuvo los ojos bien cerrados y no se atrevió a abrirlos para mirar a la persona que la había salvado.

"Señor".

Los sonidos de esas mujeres lloriqueando resonaban en sus oídos.

La voz de Chuchu siguió justo después. "Mofei, afortunadamente estás aquí. De lo contrario, tenía miedo de que Anyi se cayera y se volviera estúpida".

"¡¿Estúpida?!".