El romance del dulce remolino: Señor, ¿le gustaría ser mi pareja en el matrimonio? romance Capítulo 426

Tang Ruochu frunció los labios mientras lo veía irse en silencio. Por un breve momento, ella de repente sentía que había hecho algo mal.

Pero...

Ella se dio la vuelta y miró a Song Anyi, cuya cabeza estaba inclinada hacia abajo. Ella dio un suave suspiro. Lo que estaba mal no podía remediarse. En este tipo de situación, uno tenía que armarse de valor y actuar con dureza, o de lo contrario uno terminaría arrepintiéndose después de sufrir un dolor mayor en el futuro.

Ella respiró hondo y levantó su cabeza, mirando a Lu Shijin. “Llevemos a Anyi y Xiaoxiao a casa”.

Antes de que Lu Shijin pudiera responder, Lu Shengyao habló. “Cuñada, déjame llevarlas a casa. Tú y el Hermano Mayor pueden regresar primero y descansar”.

“Pero…”. Tang Ruochu miró dudando a Ying Xiaoxiao.

Ella no podía ponerle las cosas difíciles a Xiaoxiao, ¿o sí?

Pero inesperadamente, Xiaoxiao estuvo de acuerdo. “Está bien, deja que Lu Shengyao nos deje”.

Para ser honesta, Tang Ruochu se sintió agotada después de viajar, visitar el hospital y encargarse del asunto en la junta de accionistas.

Entonces ella ya no lo rechazó. “Está bien, entonces. Shengyao, tienes que llevarlas a casa a salvo”.

“Sí, lo haré”.

Lu Shengyao, Ying Xiaoxiao y Song Anyi caminaron todos hacia el estacionamiento.

Lo que sucedió a continuación los sorprendió a todos.

Shen Mofei, quien pensaban que se había ido, apareció de la nada, arrastrando a Song Anyi con él directamente y huyendo.

Song Anyi estaba completamente atónita por este giro de los acontecimientos. Para cuando pudo reaccionar, ya la habían metido en el coche y la habían sacado del hotel.

“¡Qué c*rajo!”. Ying Xiaoxiao fue la primera en reaccionar, y no podía evitar maldecir.

“¡Maldita sea, este Mofei es demasiado agresivo!”. Incluso Lu Shengyao estaba estupefacto.

“¡Agresivo mi pie! ¡Date prisa y ve tras él!”.

Ying Xiaoxiao lo metió en el coche. Alrededor de este tiempo, Tang Ruochu se acercó. “Olvídalo. Deja que Anyi lo solucione con él”.

Tang Ruochu miraba el paisaje de la calle fuera del coche. Las luces parpadeaban sobre su hermoso rostro, brillantes y oscuros por turnos.

Lu Shijin la miraba con los ojos entrecerrados. Él preguntó: “¿Qué estás pensando?”.

“Estoy pensando en Anyi y Mofei”. Tang Ruochu se dio la vuelta y le dio una leve sonrisa. “Ellos se gustan, pero no pueden estar juntos. Siempre he sentido que es una lástima”.

Ella suspiró y luego preguntó: “¿Realmente no hay vuelta atrás en el matrimonio de Mofei?”.

Como el coche se detuvo en el semáforo rojo, Lu Shijin se movió de lado y volteó sus ojos profundos para mirarla intensamente. Sus labios se curvaron ligeramente hacia arriba. “Si hubiera una salida, seguramente ayudaría. Desafortunadamente…”.

“Esta vez, realmente no hay”.

Lo que sea que Shijin había dicho estaba más allá de él y realmente no se podía evitar.

Tang Ruochu se volteó para mirar el paisaje fuera de la ventana con preocupación en sus ojos.

Ella temía que Mofei y Anyi no renunciaran tan fácilmente a su relación imposible.