El romance del dulce remolino: Señor, ¿le gustaría ser mi pareja en el matrimonio? romance Capítulo 462

En Altura de Dinastía Real, linternas y luces brillantes de colores adornaban las paredes exteriores. Ellos contribuían a la hermosa vista panorámica, vista desde la distancia.

Lu Shijin condujo su coche directamente al estacionamiento subterráneo. Luego, tomaron el elevador de observación hasta el restaurante giratorio en el piso superior.

Ellos caminaron lentamente por el pasillo pavimentado con baldosas de mármol negro. De repente, la visión de ellos se abrió.

En el instante en que Tang Ruochu vio por primera vez el restaurante, un tinte de asombro destellaba en sus ojos.

Las luces del comedor principal resplandecían, haciendo que todo el restaurante se viera lujosamente suntuoso y magnífico.

Hermosas meseras con dulces sonrisas les dieron la bienvenida, llevándolos a la mesa que Lu Shijin había reservado.

Tang Ruochu se sentó y miró por las ventanas francesas deleitosamente. Las ventanas eran anchas y brillantes. Mostraban una vista panorámica de la bulliciosa Ciudad de Beining.

"¡Que encantador!". Ella soltó un leve grito ahogado de sorpresa, su hermosa carita radiante de alegría.

Lu Shijin la miró con ternura y sonrió levemente. "Es bueno que te guste".

"Me gusta. Me gusta mucho". No era difícil escuchar el deleite que ella sentía en su voz eufórica.

Al ver su fascinación por la vista nocturna, Lu Shijin sonrió. Luego, él inclinó su cabeza y ojeó el menú. Después de ojearlo, él tuvo una idea.

"Chuchu, ¿te parece si comemos comida italiana hoy?". Le pidió a Tang Ruochu su opinión. Él seguía prefiriendo consultarla y no hacer su orden de manera oficiosa.

Cuando ella escuchó eso, Tang Ruochu finalmente retiró los ojos de la ventana. Ella lo miró a la cara y sonrió radiantemente. "Está bien, comamos italiano esta noche".

Luego, ella volteó su cabeza hacia atrás para seguir disfrutando del paisaje nocturno.

Esto hizo que Lu Shijin sintiera una inexplicable sensación de celos. Esta chica estaba tan fascinada por el horizonte nocturno que no se dignaba ni siquiera echar un vistazo al menú.

Lu Shijin levantó sus delgadas cejas y asintió con la cabeza, como si fuera verdad. "Realmente carezco de confianza en mí mismo".

"Si hasta a ti te falta confianza en tí mismo, entonces muchos hombres no tendrán el valor de seguir viviendo".

Dada su apariencia, si él estuviera de pie en la calle, las chicas que lo fuera a abordar harían fila desde la calle hasta la Autopista de la Ciudad de Beining. ¡Dios mío, habrían demasiadas cosas para contar!

¡Si incluso él no tenía confianza en sí mismo, los otros hombres tampoco debían tenerla!

"Solo me falta confianza ante mi dama", explicó Lu Shijin con una sonrisa.

¿Sin confianza ante ella?

"Entonces, ¿quieres que te dé confianza?". El pequeño y exquisito rostro de Tang Ruochu estaba envuelto en sonrisas. Incluso sus cejas se arquearon por su sonrisa.