El Yerno Millonario romance Capítulo 221

Zeke rápidamente dijo, “Sr. Wade, estamos en la hora pico, el momento más difícil para conseguir un taxi. ¿Por qué no lo llevo allí, si no le importa?”

Claire estaba curiosa y escéptica sobre esta coincidencia, pero estaba demasiado desesperada para decir que no a la generosa oferta. “Muchas gracias por el aventón, Sr. White”.

“De nada, es un placer”. Zeke salió apresuradamente del coche y les abrió la puerta felizmente.

Charlie simplemente se frotó la nariz tímidamente sin decir una palabra. Sabía muy bien que Zeke había aprovechado la mejor oportunidad para halagarlo y, casualmente, necesitaba su ayuda, por lo que no rechazó la oferta.

El conductor conducía delante mientras Zeke estaba sentado en el asiento del pasajero delantero y comenzaba una conversación informal con Charlie.

En el camino, Claire escuchó su conversación mientras una sensación desconcertante se gestaba dentro de ella.

Zeke White era uno de los hombres de negocios exitosos de la Colina Aurous que se ganó un honor y una reputación mucho más altos en el círculo empresarial que Lady Wilson. Una figura así por lo general poseía un temperamento firme y severo, y sin embargo, dentro del auto, Claire podía sentir claramente que Zeke parecía estar halagando a Charlie y era tan obvio que se estaba poniendo un poco zalamero.

Luego, miró a Charlie y descubrió que se mantenía natural con una mirada estoica, haciendo que toda la escena fuera aún más misteriosa.

Lógicamente hablando, cuando la gente común conocía a una figura prominente como Zeke White, eran muy humildes y hacían todo lo posible por complacerlo. Sin embargo, por el contrario, Charlie parecía indiferente y ni siquiera parecía preocuparse por Zeke.

¡Lo que era más peculiar era que Zeke le había dado a Charlie una villa valorada en más de 100 millones de dólares! ¡Era tan extraño y raro!

Por otro lado, Claire había oído durante mucho tiempo que Zeke estaba muy interesado en la metafísica y era muy supersticioso. Oraría, adoraría y daría ofrendas al Dios de la riqueza en casa los días cinco y quince de cada mes. Dio la casualidad de que Charlie parecía haberse familiarizado con este tipo de estudio supersticioso, y probablemente por eso Zeke era tan cortés con Charlie.

Sin embargo, ella no creía en absoluto en estas supersticiones.

Diez minutos más tarde, el automóvil se estacionó en la entrada de la Corporación Spikeworth. De nuevo, Zeke salió rápidamente del coche y les abrió la puerta.

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