El Yerno Millonario romance Capítulo 369

Justin y Jason no sabían que Anthony solo tenía la mitad de una pastilla mágica, pero Kenneth sabía.

Lo sabía porque casi se lo había contado Anthony por la tarde.

No se atrevió a enfrentarse a Anthony, pero si pasaba el deber al dúo ignorante de padre e hijo, podría sentarse y disfrutar de los frutos de su trabajo con solo unos simples trucos.

Por ejemplo, primero podría imitar algunas píldoras basadas en lo real que había visto hoy. Luego, después de que hubieran secuestrado a Anthony, podría buscar la píldora auténtica en el cuerpo de Anthony y juntar las píldoras falsas. Hasta entonces, no solo podría curar su impotencia, ¡sino que también podría culparlos de la muerte de Anthony!

Justin, por otro lado, no lo pensó demasiado.

En su opinión, el enemigo de su enemigo era su amigo. Como tenían el mismo enemigo, podían ser compañeros de armas. Cuantos más, mejor. Además, podrían dividir el riesgo en partes iguales, ¿por qué no?

En cuanto a la píldora mágica, no sabía cuántas tenía Anthony, pero para él, Anthony tenía que morir de todos modos porque él y su hijo estaban muy enojados con él en ese momento.

Por lo tanto, él intercambió números de teléfono con Kenneth y acordó hacer tiempo para una llamada telefónica al día siguiente. Luego, él y Jason abandonaron la clínica con los bidones de gasolina a cuestas.

Kenneth se mostró bastante complaciente con su plan. Rápidamente condujo de regreso a la villa de la familia Wilson, planeando hacer un poco de masa, agregar un poco de pintura negra y amasarla en forma de esfera para que imitara la píldora.

Mientras tanto, en otro automóvil, Jason le preguntó a su padre, Justin: “Papá, ¿cuál es el plan para mañana? ¿Sigue siendo lo mismo que planeamos? Atraemos a Charlie y lo matamos, luego nos reunimos con ese tipo para matar a Anthony Simmons juntos”.

Justine asintió. “¡Sí! ¡Matamos a Charlie primero, luego, obtenemos esa píldora mágica de Anthony y curamos tus piernas!”.

“¡Eso es genial!” Jason chilló emocionado. “Si podemos conseguir la píldora mágica, ¡ya no tendré que ser un lisiado!”.

Justin sonrió. “Hijo, no te preocupes. No te dejaré cojear para siempre. ¡Incluso cambiaré mis piernas por ti!”.

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