Al llegar al hospital, enviaron a Lin Xichen a la sala de examinador,. Sin embargo, el doctor no dejó pasar a Lin Xinyan debido a su inestable estado de ánimo; entonces, se quedó recargada en la pared del corredor, pues sin esta no habría podido mantenerse de pie. Por otro lado, Zong Jinghao estaba sentado en una banca cerca de ahí, pero no quiso persuadirla ni consolarla, ya que después de que vio la sangre en el rostro de su hijo, estaba al borde del colapso y ahora cualquier asunto trivial podría hacer que colapsara por completo.
De pronto, se abrió la puerta de la sala de examinador, y el doctor salió, se quitó el cubrebocas y preguntó:
-¿Quién es el familiar de Xichen?
-Yo. -Lin Xinyan se acercó con rapidez y preguntó, ansiosa-: ¿Está bien?
-Fue una lesión menor. La causa del sangrado fue la herida en la cabeza, pero ahora ya está limpia. Le prescribí algunas medicinas. No obstante, también aplique hielo en el rostro del niño cuando estén en casa. Puede ir por las medicinas al primer piso antes de irse. El niño está adentro. Ya puede llevárselo.
-Gracias, gracias. —Lin Xinyan dijo «gracias» en repetidas ocasiones.
«Gracias, gracias doctor, y gracias a dios que Xichen está bien.»
Corrió a la sala de examinador, y vio que Lin Xichen aún estaba recostado en la cama. Habían limpiado la sangre que tenía en su rostro, el cual seguía hinchado y aún tenía visible las marcas de los dedos; además, tenía una gaza en la frente.
Estaba despierto y al ver a su mamá, gritó:
-¡Mami!
-¡Xichen! -Lin Xinyan corrió hacia él y le sostuvo la mano. Por fortuna, estaba bien. Con lágrimas en los ojos, extendió la mano, acarició su rostro con cuidado y le frotó la mejilla con el pulgar, consternado-. Por suerte estás
bien.
-Estaré bien. —Lin Xichen extendió la mano para limpiarle las lágrimas de su rostro-. No llores, mami. Estoy bien.
Lin Xinyan bajó la cabeza y hundió su rostro en sus brazos mientras sacudía un poco los hombros y sollozaba de manera entrecortada.
Zong Jinghao los miraba desde la puerta de la sala de examinación. Nunca la había visto llorar de esa forma, ahogando sus lágrimas, pues no se atrevía a llorar en voz alta por miedo a afectar a Xichen. De pronto, esa escena le tocó una fibra sensible y sus ojos se oscurecieron.
Después, Lin Xichen le sonrió a Zong Jinghao y le hizo una señal que indicaba que estaba bien. Él también le sonrió y le dio la misma señal. A continuación, entró a la habitación.
-Ya podemos regresar a casa.
Lin Xinyan bajó la cabeza y se secó las lágrimas para después cargar a Lin Xichen.
-Ahora te llevaré a casa.
Lin Xlchen la rodeó del cuello con sus brazos. El abrazo de mami era tan cálido. Cuando llegaron al primer piso, Zong Jinghao fue a buscar la medicina, pero de pronto, sonó el celular que tenía en su bolsillo. Era un mensaje de Shen Peichuan, así que lo abrió para ver lo que decía. «Mire las noticias.»
Después de eso, había un enlace, en el cual hizo clic.
La gran imagen llamativa era una escena del rescate de Lin Xlchen en el pueblo que tenía por título: «Hermanos de la familia He, magnates de la joyería en la ciudad B, ¡intimidaron y atacaron a un niño de cinco años!»
En la era del desarrollo del internet, cualquier noticia puesta en la red, se difundiría con rapidez, en especial si la noticia era sobre gente rica y poderosa que intimidaban a la gente común. Este tipo de noticias atraen muy fácil la atención; además, el que había sido intimidado en este caso era un niño de cinco años y si a eso le sumábamos a las personas que Guan Jing había organizado, las opiniones públicas ahora estaban de un solo lado.
«La familia He, efectivamente, intimidó a un niño. Qué vergüenza.»
«En la sociedad actual, las personas ricas y poderosas actúan como los jefes.»
«Intimidaron a un niño solo por ser personas adineradas. ¿Por qué no se mueren? Este tipo de personas deberían ser atropellados cuando salgan a la calle.»
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