Era una noche silenciosa. Una vez que Zong Jinghao detuvo el auto frente a la villa, apagó el motor, bajó del auto y caminó hacia la entrada para abrir la puerta principal; desde ahí, aún podía verse en la sala una luz cálida en tonos amarillos. Dentro de la casa, reinaba el silencio, como si todos los habitantes estuvieran dormidos.
Él se quitó el saco y lo lanzó al sofá. Después, aflojó el cuello de su camisa y caminó hacia la habitación donde Lin Xichen se encontraba durmiendo. Al llegar, se dio cuenta de que la luz aún estaba encendida, pero Lin Ruixi ya estaba dormida en los brazos de su mamá, quien se encontraba recostada en la cama. Parecía ser que la niña había estado llorando, pues tenía los ojos rojos. Además, aunque ya estaba dormida, cada cierto tiempo le daba hipo.
Antes de que Zong Jinghao regresara, Lin Xinyan estaba sentada en el sofá de la sala tratando de persuadir a Lin Ruixi para que se durmiera; sin embargo, la niña no quería irse a la cama, puesto que quería esperar a que su papá regresara a casa. Cerca de medianoche, los ojos de la pequeña apenas podían permanecer abiertos. Por ello, Lin Xinyan la llevó a la fuerza al dormitorio, lo que provocó que Lin Ruixi llorara de inmediato; más allá de no querer ir a dormir, su llanto era por la pregunta que le hizo a su mamá sobre si su papá no la quería otra vez. Como respuesta, Lin Xinyan besó sus mejillas y le dijo que no era cierto lo que pensaba; no obstante, la pequeña no creyó en sus palabras.
Esta falta de seguridad era muy común en los niños que crecían en una familia monoparental. Por esa razón, Lin Ruixi se sentía así.
Después de acurrucarse en los brazos de su mamá, continuó diciendo que era huérfana de padre padre, de ahí que el llanto llegó de nuevo, pero ahora Lin Xinyan sollozaba a la par de ella. Cuando se cansó de llorar, se quedó dormida en los brazos de su mamá, quien no la soltó y decidió dormir ahí con ella. Lin Xichen estaba en la parte más recóndita de la espaciosa cama y a pesar de que había tres personas en ella, no se sentía angosta.
Zong Jinghao caminó hacia el costado de la cama para mover con delicadeza el brazo de Lin Xinyan, el cual estaba encima de Lin Ruixi y lo colocó en su cuello; después, situó el otro brazo en su cintura y la cargó. Sin embargo, Lin Xinyan se despabiló de inmediato cuando sintió que alguien la estaba moviendo y abrió los ojos, encontrándose con que se trataba de Zong Jinghao.
-Tú...
—No hagas ruido. —La miró.
Lin Xinyan se tragó las palabras que estaban a punto de salir de su boca y lo dejó que la sacara de la habitación. Acto seguido, Zong Jinghao la llevó a la habitación de arriba.
-¿Bebiste? -preguntó Lin Xinyan, pues tenía un fuerte olor a alcohol junto con un ligero aroma a perfume.
-Sí.
—¿Con quién? —preguntó Lin Xinyan con la mirada baja.
Zong Jinghao no quiso decirle que había estado con He
Ruilin, así que respondió:
-Con alguien insignificante. —Lin Xinyan no dijo nada y solo se limitó a sonreír, lo que hizo que Zong Jinghao notara su sonrisa indiferente y preguntara-: ¿Por qué sonríes?
-Eres un hombre casado, no andes coqueteando por ahí -respondió ella con un tono medio serio.
Zong Jinghao se rio en voz baja y colocó su frente sobre la de ella.
-Si no quieres que coquetee por ahí, entonces tendrás que satisfacerme -dijo en tanto abría la puerta con el pie.
Lin Xinyan nunca había entrado a esa habitación, cuya iluminación era inusualmente tenue y en la cual se esparcían manchas de penumbra por cada rincón. Era más oscura que la habitación de abajo, de modo que su escala de colores de oscuros a grises, llenaban aquel lugar con ahogo y opresión.
Al sentarse ella en la cama, su cuerpo se hundió en la suavidad y amplitud de la misma. Entonces, Zong Jinghao se inclinó y apoyó sus brazos en los costados de Lin Xinyan y la observó desde arriba. Incomodada por su mirada, Xinyan volteó a un lado; sin embargo, Zong Jinghao la tomó del rostro y la hizo mirarlo.
-Mírame -dijo con un tono autoritario. Zong Jinghao tomó su mano y la colocó en su pecho, lo que hizo que Lin Xinyan pudiera sentir su piel debajo de la camisa; después, con voz baja le preguntó—: ¿Cómo vas a pagarme?
-¿Pagarte? -Sintió cómo todo su cuerpo se puso rígido.
No se atrevió a moverse ni un centímetro, ya que temía que hiciera algo insensato. A continuación, Zong Jinghao relajó los brazos y se dejó caer sobre ella, haciendo que sus cuerpos se tocaran de manera estrecha. Luego, hundió la cabeza en el cuello de Xinyan mientras respiraba en su cabello, cuello y lóbulo de la oreja de forma apasionada. Soltó un ardiente suspiro que la hizo sentir cosquillas y adormecimiento al mismo tiempo que la envolvía hasta tensarla. Parecía que Jinghao se estaba conteniendo.
—Usé mi belleza como estrategia por ti. ¿Acaso no deberías pagarme?
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