Lin Xinyan mantuvo sus manos detrás de su espalda sin darse cuenta.
Esto era importante para ella, no podía permitir que otros continuaran amenazándola y sintió más ansiedad cuando se percató que podía poner a los niños en peligro.
-Sí, es importante para mí -dijo de inmediato-. Tú deberías entrar, yo volveré pronto.
Lin Xinyan se dio la vuelta y se fue. Zong Jinghao vio la figura apresurada y entrecerró los ojos; sentía que algo andaba mal con ella el día de hoy, como si estuviera escondiéndole algo. Cuando el señor Feng vio a Lin Xinyan irse, él corrió a preguntar:
—¿Por qué se va su esposa? El señor y la señora los están esperando dentro.
Zong Jinghao tenía una mirada fría que parecía como si pudiera congelar a cualquiera que viera, el señor Feng captó esa señal y se detuvo de inmediato. Sabía que la relación con sus padres todavía estaba distanciada y que era probable que no estuviera contento con su repentina aparición.
—El señor y la señora están aquí por su bien —le explicó en un intento para que Zong Jinghao pensara mejor de sus padres.
Sin embargo, Zong Jinghao no estaba de humor para escuchar sus palabras. «¿Por mi bien?» Él se burló para sus adentros y entró a la casa, donde sintió que el aire a su alrededor estuviera congelado y nadie pudiera acercarse a él. El señor Feng lo siguió sin atreverse a decir nada. Esta era la primera vez que había tantas personas en la amplia sala, la cual por fin se sentía llena de vida en lugar de su usual soledad. Zong Qifeng estaba sentado a la cabeza de la mesa y a su lado estaba Yuxiu; Zhuang Zijin estaba sentada con los dos niños a su derecha mientras que la señora Yu estaba detrás de Yuxiu.
Cuando él entró, todo el mundo lo miró.
-¿Por qué vienes solo? -Zong Qifeng fue la primera persona en hablar y no podía ocultar la agitación en su
voz.
—¿Con quién más planeas reunirte? -se mofó.
Ellos eran padre e hijo, pero cada vez que se reunían era como si fueran enemigos. Zong Qifeng apretó las manos y se agarró con firmeza de los brazos del sillón; luego, hizo su mejor intento por suprimir su enojo.
-Soy tu padre, ¿no es así?
—No tuve elección. —Zong Jinghao se sentó en el sillón.
Lin Ruixi vio fijo a Zong Jinghao. Si no fuera porque Zhuang Zinjin la estaba sosteniendo, ella habría saltado sobre Zong Jinghao en el momento en que entró a la casa; por otro lado, Lin Xichen estaba tranquilo, como si supiera la razón por la cual ellos dos estaban ahí y qué era lo que estaba en la mesa.
-Tú...
Zong Qifeng no quería enojarse, pero tampoco podía permanecer tranquilo frente a su hijo, quien era sarcástico todo el tiempo. Yuxiu sostuvo su mano temblorosa y lo consoló.
-Cálmate, tienes asuntos más importantes por tratar.
—Si están aquí para presumir el amor entre ustedes dos, entonces no lo hagan aquí, soy una persona ocupada — dijo él impaciente mientras veía a Ruixi, pues le parecía extraño que la niña no se hubiera aferrado a él; era como si se hubiera acostumbrado a que un pequeño «pan suave» corriera hacia sus brazos cada vez que llegaba a casa.
—Tenemos asuntos más importantes. —Yuxiu se aferró con fuerza a su mano, indicándole que no se enojara por las palabras de Zong Jinghao.
Zong Qifeng respiró profundo algunas veces antes de que pudiera suprimir el fuego creciente en su interior. Él apuntó al archivo sobre la mesa.
-Míralo tú mismo y dame una explicación después de que lo veas. No discutas conmigo. La evidencia está ahí, así que no pienses en ocultármela.
Zong Jinghao no se movió. Padre e hijo se miraban el uno al otro en una guerra silenciosa sin violencia. Nadie hablaba, creando así una atmósfera pesada.
-Papi. -Fue la suave voz de Lin Ruixi la que rompió aquel ambiente tan tenso.
—Silencio. —Zhuang Zijin le dio unas palmadas en los hombros con suavidad.
Los ojos de Yuxiu enrojecieron mientras se acercaba a Lin Ruixi.
-Ven aquí.
Lin Ruixi abrió sus ojos redondos y miró a Zong Jinghao, luego a Yuxiu. Por fin, ella se deslizó por el sillón y saltó a los brazos de Zong Jinghao para murmurar:
-Papi, ¿por qué mami no vino contigo?
Todo el enojo, insatisfacción e indiferencia de Zong Jinghao fue enterrado bajo la voz de Lin Ruixi, por lo que se relajó y le dio una palmada gentil en la cabeza.
-Tu mami vendrá a casa pronto.
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