Zong Jinghao sostuvo la bolsa de plástico con una mano mientras llevaba a su hija con la otra. Cuando salieron del supermercado, el autobús estaba por alejarse también; la madre e hijo que estaban comprando en el supermercado justo ahora estaban en el autobús. Cuando el pequeño niño se subió, miró hacia atrás a la pequeña niña que estaba en brazos de alguien más, sintiendo que era una niña muy ¡nocente, pero muy adorable.
-Vámonos. -Su madre le instó.
El pequeño tenía que subir al autobús.
-¿Dónde está mi hermano?
Lin Ruixi vio a su alrededor, pues había muchos autos y una multitud. No notó al niño con un par de ojos negros y brillantes que la veía detrás de la ventana del autobús. El autobús se fue y ella desapareció lento de su vista.
-Papi, ¿qué es eso? -Lin Ruixi señaló un puesto que vendía dulces llamados tanghulu no muy lejos de ellos y que estaba rodeado de un montón de personas.
-Papi, quiero tanghulu -dijo Lin Ruixi después de caer sobre su cuello.
Zong Jinghao miró al cielo por un momento y después a la bolsa de bocadillos que llevaba. «Hmm, si mi hija lo quiere, solo tengo una opción: ¡comprarlo!»
—Papi es tan bueno. —Lin Ruixi lo besó y lo acarició cuando cayó en su cuello.
El corazón de Zong Jinghao se derritió. En los viejos días, el tanghulu solo tenía majuelos chinos cubiertos con caramelo duro, pero ahora había diferentes tipos de frutas que podían ser ensartadas con un palo. Lin Ruixi quería el tanghulu original con majuelos cubierto con azúcar brillante ya que parecía apetecible.
—Esto debe ser muy delicioso —dijo con aprobación.
-Deberíamos irnos -dijo Zong Jinghao una vez que pagó.
La pequeña niña asintió varias veces, estaba satisfecha ahora que tenía todo lo que quería. Cuando regresaron, el auto ya estaba lleno. Shen Pelchuan también había llevado a Lin Xichen de regreso y también tenía un tanghulu.
—¿Por qué se tardaron tanto? Hemos estado aquí por algo de tiempo. —Lin Xichen miró las cosas que Zong Jinghao puso en el auto, después miró a su hermana y suspiró con suavidad ya que sabía más o menos lo que había sucedido.
Shen Peichuan le dio una palmadita en la cabeza con amabilidad.
-Todavía eres muy joven, ¿por qué estás suspirando?
Lin Xichen hizo un gesto con los labios y se sentó en su asiento para comer su tanghulu. Shen Peichuan llevó a Zong Jinghao al fondo.
-Su Zhan resolvió el asunto de He Ruilin.
—Hablaremos de eso más tarde.
Zong Jinghao lo interrumpió, porque no quería que su hija escuchara cosas tan desagradables, así que Shen
Peichuan de inmediato cerró la boca.
—Te espero abajo.
-Está bien -Zong Jinghao bajó a su hija, puso la comida en el escritorio y dijo—: Te quedarás en el auto con tu hermano. Papi y el señor Shen tiene algo que discutir.
-Lo entiendo. —Lin Ruixi era muy considerada y adorable.
Zong Jinghao acarició su cabello y la niña se dio la vuelta.
-Mi cabello ya estaba bastante desordenado y se volvió aún peor después de que me tocaste. Cuando encontremos a mami, no me reconocerá más porque soy demasiado fea.
Zong Jinghao rio con suavidad y pellizcó su rostro.
—¿Quién se atreve a decir que mi hija es fea?
Sintiéndose alegre, Lin Ruixi esbozó una amplia sonrisa, revelando sus limpios y blancos dientes. Shen Peichuan estaba frente al auto cuando Zong Jinghao bajó de él y se hizo un poco para atrás para darle espacio. Caminaron un par de pasos al frente, pero todavía no muy lejos del auto.
—Lin Yuhan está muerta.
Zong Jinghao estaba sorprendido. ¿Por qué ella era quien había muerto? En ese momento Lin Yuhan no estaba herida, mientras que He Ruilin fue torturada de gravedad; las pusieron en el mismo lugar a propósito para que «se mataran la una a la otra» y él nunca esperó que Lin Yuhan muriera, sino que creyó que He Ruilin sería quien moriría. Aun así, ninguna de sus muertes le preocupaba ya que la que sobreviviera sería encontrada culpable de homicidio e iría sin duda a prisión; si su crimen era considerado grave, la sentenciarían a muerte.
-Nunca antes esperé que He Ruilin...
Shen Peichuan compartía la misma creencia que Zong Jinghao y pensaba que He Ruilin moriría; sin embargo, resultó que fue Lin Yuhan quien murió, aunque no estaba herida. Eso les demostraba cuán decidida estaba He Ruilin, sobre todo porque todavía podía asesinar a Lin
Yuhan pese a sus heridas.
—La evidencia del asesinato de Lin Yuhan fue inclusiva e indiscutible. También le habían dado sentencia de muerte con un año de indulto debido al antiguo caso de asesinato por contrato que implicaba al hermano de Yu Doudou; ahora la están vigilando mis hombres y algo como el escape de He Ruize del pasado no sucederá de nuevo.
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