La expresión de Zong Jinghao volvió a la normalidad.
-Si no hay nada allá que te moleste, entonces vuelve.
Ella apretó los puños, sintiéndose confundida.
-¿Podrías decirme por qué estás haciendo esto?
¿Acaso Zong Jinghao se daba cuenta de que la forma en la que estaba actuando significaba que la amaba? En el fondo de su corazón, no podía creer que él se enamorara de una mujer como ella, pero no podía entender su comportamiento y tampoco podía encontrar ninguna otra explicación.
Zong Jinghao se puso de pie. «¿Por qué?» Lo único que él sabía, era que quería que esa mujer regresara a su posición original.
—Tú eres la mujer con la que mi madre quería que me casara; como es natural, quiero vivir según sus deseos.
Lin Xinyan quería reírse, pero no pudo. No sabía qué expresión debía mostrar, si feliz o triste.
—Entonces, ¿la única razón por la que quieres que vuelva es por el matrimonio arreglado que planeó tu madre?
Lin Xinyan se sentía contrariada y perdida. No sabía por qué tenía las esperanzas arriba aún si él decía que no.
Zong Jinghao le dio la espalda, su expresión facial estaba oculta por la luz y solo emitió un leve murmullo. Esa debió haber sido la respuesta esperada por Lin Xinyan, quien se sintió decepcionada, sonrió con amargura.
—¿Crees que todavía soy apta para estar en esa posición? -dijo ella-. ¿No estás comprometido con He Ruilin? ¿Te parece gracioso verme la cara?
El rostro de Zong Jinghao se tensó como la cuerda de un arco. Había estado tratando de ignorar el hecho de que alguna vez Lin Xinyan ya había tenido a alguien y que tenía un hijo. Aquello era lo que él no quería que ella pensara ni mencionara, pero ahora que ya lo había dicho, tenía que enfrentarlo.
-No me casaré con He Ruilin, y no, no eres apta para estar en esa posición —dijo con calma.
-¿Lo dices en serio? -Lin Xinyan esbozó una sonrisa.
A través de la luz tenue, Zong Jinghao se dio la vuelta y vio a la mujer que estaba frente a él.
—Tú no eres virgen, yo no soy un hombre honesto. Estamos hechos de la misma calaña, así que no hagas comparaciones.
Ella lo sabía, pero aun así se sintió decepcionada cuando escuchó que aquellas palabras salían de su boca. Él era un hombre normal, así que habría sido extraño que nada hubiera pasado entre él y He Ruilin. Después de todo, ella había estado con él por mucho tiempo. Lin Xinyan lo sabía y lo entendía, sintió que su pecho se tensaba cada vez que pensaba que él estaba durmiendo con otra mujer.
—Voy a regresar hoy. —Él fue ese día a decirle eso.
-Mmm.
Lin Xinyan volteó la cabeza y no lo miró, fingiendo estar tranquila. De pronto, el teléfono que ella había colocado en la mesa comenzó a vibrar y en la pantalla del mismo, vio que era su hijo quien la llamaba, así que se estiró para contestar.
-Xichen.
-Mami, ¿puedes venir a recogerme hoy a la escuela? -preguntó Lin Xichen.
-Claro. -Nada le importaba más que su hijo, así que miró el reloj que estaba en la mesa-. ¿A qué hora quieres que llegue?
-¿Puedes venir ahora?
—...Desde luego.
-Te espero.
-De acuerdo.
Lin Xinyan esperó a que su hijo colgara la llamada antes de dejar el teléfono, cerró el folder y guardó sus papeles de dibujo. Estaba a punto de irse cuando vio que Zong Jinghao estaba de pie atrás de ella, y fue cuando recordó que había alguien más allí aparte de ella.
—¿Vas a salir?
-Sí. —Lin Xinyan frunció los labios-. Mi hijo quiere que vaya a recogerlo.
Zong Jinghao lo había escuchado y pensó en la forma en la que el niño lo había mirado, por lo que no pudo evitar preguntar:
-¿Le dijiste algo malo sobre mí?
-¿Por qué lo preguntas? -Lin Xinyan estaba confundida.
—Si no lo hiciste, ¿por qué el niño es tan hostil conmigo?
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