Lin Xinyan miró hacia abajo y vio una tarjeta de memoria en su mano.
-¿Qué es esto? -preguntó ella, frunciendo el ceño.
El rostro de Yu Doudou parecía más solemne mientras decía:
-Mi hermano no se suicidó, fue asesinado.
A Lin Xinyan no le interesaban los mismos argumentos que él repetía.
—Discúlpeme. Tengo otros asuntos que atender y tengo que irme. —Después de hacer el pago, tomó su boleto y se dirigió a la entrada.
Yu Doudou la agarró del brazo con desesperación y le dijo:
-Hace seis años, mi hermano recibió un dinero que le dio una mujer y le ordenó que chocara con una mujer para matarla. —¡Zas! Para Lin Xinyan fue un rayo de luz.
«¿Alguien quería hacerme daño hace seis años?»-. Usted era la mujer que mi hermano quería matar, pero por fortuna sobrevivió. ¿Estoy en lo cierto?
Yu Doudou le dijo lo que tenía en mente y por fin entendió por qué Lin Xinyan lo odiaba y detestaba cada vez que lo veía después de obtener la grabación.
Lin Xinyan tomó la tarjeta de memoria de su mano y la miró con atención; pensó que debía ser una memoria para teléfonos viejos ya que los smartphones de hoy en día estaban equipados con una enorme memoria interna y no necesitarían un dispositivo así.
-¿Están las pruebas almacenadas en ella? -preguntó al poner la tarjeta de memoria en la palma de su mano otra vez.
-Podemos hablar de ello cuando tenga tiempo. -Yu Doudou estaba seguro de que Lin Xinyan estaría de acuerdo.
Ella aceptó, ya que quería saber quién era el culpable que la había lastimado en el pasado. El accidente casi les quitó la vida a sus hijos.
-Sé que hay una cafetería cerca. ¿Por qué no hablamos allí? —Lin Xinyan se adelantó para guiar el camino.
Yu Doudou la siguió hasta la cafetería en la que se fijó la noche anterior, la cual estaba cerca de su vecindario. Pronto llegaron allí y Lin Xinyan buscó un rincón tranquilo donde tomar asiento.
-¿Quieres algo de beber? -Aunque Lin Xinyan estaba ansiosa por saber la verdad, pudo ver que Doudou parecía estar muy sediento.
—Me gustaría tomar un poco de agua. —En efecto, estaba sediento.
Lin Xinyan entregó la hoja de pedido al mesero y dijo:
—¿Puedo tomar dos vasos de agua? Lo llamaremos cuando necesitemos algo más.
—Claro.
Después de que el camarero les sirviera dos vasos de agua y se fuera, Yu Doudou engulló de inmediato su bebida.
-Dime qué es todo esto -le preguntó Lin Xinyan.
-Escúchelo primero. -Yu Doudou sacó un teléfono en el que se podía insertar una tarjeta de memoria.
Una vez que lo hizo, encendió el teléfono y reprodujo la grabación. Era solo una parte de una conversación que se supone fue grabada en medio de su discusión.
-Si hago lo que ha dicho de chocar con la mujer y matarla, ¿iré a la cárcel?
-No se preocupe. Me aseguraría de que no enfrentara a ninguna demanda, por no hablar de ir a la cárcel.
Manipularemos de antemano el freno de su auto para que parezca un accidente causado por un fallo de los frenos, de modo que no tenga que asumir ninguna responsabilidad.
«Corno usted sufre una enfermedad, le ayudaremos dándole una gran cantidad de dinero una vez que haya completado la tarea y, dado que no podrá ganar esa cantidad de dinero en toda su vida, estoy segura de que éste es el mejor trato que puede recibir. Tenga la seguridad de que aunque vaya a la cárcel, prometo sacarlo de ella por cualquier medio.
La mujer estaba desesperada por convencerlo. He Ruilin no solo quería que Lin Xinyan sintiera el dolor causado por un accidente, sino que también la quería muerta; quería asegurarse de que Lin Xinyan muriera de una vez por todas en cuanto Zong Jinghao se divorciara de ella.
Al hacerlo, nadie podría volver a amenazarla y Zong Jinghao le pertenecería por fin, pero no esperaba que alguien la salvara. Esa persona incluso la ayudo a abandonar la ciudad B, habían pasado seis años desde que se fue y ahora incluso tenía hijos.
-Según la grabación, creo que esta mujer sabía que mi hermano necesitaba dinero y como él era conductor de una furgoneta, ella lo buscó y planeó el accidente -dijo Yu Doudou mientras guardaba su teléfono.
Lin Xinyan se apoyó en el codo y recordó la voz de la mujer en la grabación. Era muy clara y le resultaba familiar, tanto que pudo reconocer casi de inmediato de quién se trataba. Era Bai Zhuwei, cuyo nombre actual era He Ruilin. Zhuang Zijin sufría un trastorno mental por su culpa y su enfermedad fue controlada posteriormente por He Ruize; como ahora podía llevar una vida normal, no pretendía responsabilizarla por ello y la razón para no hacerlo, era que ella era la hermana de He Ruize.
«Ahora...» Siempre creyó que el accidente se debió a un simple fallo de los frenos y nunca pensó lo contrario.
—¿Sabe quién es la mujer de la grabación? —intentó preguntar Yu Doudou.
Jugueteando con su taza, Lin Xinyan levantó la vista pero no le respondió; en cambio, le preguntó:
-Me preguntaba cómo habías conseguido la grabación.
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