Encuentro cercano romance Capítulo 257

—Alejandro, este es el acuerdo de cooperación con el Grupo Ramírez. Lo he firmado. Por favor, llévalo al Grupo Ramírez después de leerlo —Al volver a casa, Danitza se puso más seria con su trabajo. Dio un giro hacia Alejandro.

—De acuerdo. Lo leeré ahora mismo —Alejandro recogió el acuerdo de colaboración con el Grupo Ramírez. Tuvo que revisarlo de nuevo antes de enviarlo.

—Daria, concierta una cita para mí con Antonio y dile que me espere en el lugar habitual —Danitza le dijo a Daria, su secretaria.

—Sí —Daria contestó al teléfono y lo hizo.

Danitza hojeó la propuesta de cooperación con el Grupo HD. La había leído varias veces, pero aún no había descubierto cómo cooperar.

—Srta. Jones, lo he leído. No hay nada malo en el acuerdo —Alejandro leyó rápidamente el acuerdo. No había grandes problemas en él, excepto que era duro con el Grupo Ramírez.

—Envíalo si no hay problemas —Danitza le dijo a Alejandro.

Alejandro llevó el acuerdo al Grupo Ramírez. No sabía en qué estaba pensando Roberto. Roberto casi no podía ganar dinero. ¿Sólo quería tener más contacto con Danitza?

Pensando en ello, Alejandro sintió que debía recordarle a Danitza que se pusiera en guardia contra Roberto. Aunque podía ayudar a Danitza, temía que ésta fuera engañada por Roberto si no prestaba atención.

—¿Es usted el Sr. Hernández? ¿No es usted el marido de Danitza? ¿Por qué eres su asistente ahora? Parece que lo estás haciendo bien —Roberto se sentó y miró a Alejandro, diciendo con desprecio.

—¿Importa? Soy su marido y también puedo ser su asistente. Es entre nosotros, y no es asunto tuyo. Es que no entiendo, Roberto, ¿por qué eres tan humilde en la colaboración con el Grupo Jones? —le dijo Alejandro a Roberto de forma nada servil ni prepotente.

—Sólo quiero cooperar con el Grupo Jones, no importa lo humilde que tenga que ser. Ya sabes lo que quiero decir. No quise a Danitza en aquel entonces. Lo siento por ella. Por eso, ahora la voy a tratar bien y la voy a recuperar —Roberto le contó directamente a Alejandro sus pensamientos. Sus palabras estaban llenas de provocación.

—¿Sólo por ti? ¡Qué sueño! Le hiciste mucho daño entonces. ¿Crees que ella cometerá el mismo error? Además, ahora es mi esposa. Así que compórtate. Te lo advierto, Roberto, si te atreves a hacerle algo a Danitza, no te dejaré ir —Alejandro no se molestó en discutir con Roberto, que era simplemente una escoria.

Después de decir eso, Alejandro se dio la vuelta y se fue. Cuando salió, se encontró con Lucas.

—Hola, Sr. Hernández. ¿Cómo es que tiene tiempo para venir al Grupo Ramírez? —Lucas se sorprendió al ver a Alejandro. Alejandro era una figura superior. ¿Cómo podía condescender a venir al Grupo Ramírez?

—Sr. Ramírez, estoy aquí para enviar los documentos. Discúlpeme, tengo algo que hacer. Adiós —Por cortesía, Alejandro saludó a Lucas y se fue.

Lucas miró la espalda de Alejandro. Su mirada era profunda y nadie sabía lo que estaba pensando.

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