Encuentro cercano romance Capítulo 324

Cuando Danitza pidió cuerdas, un joven salió de entre la multitud con cuerdas en las manos. Danitza sonrió al ver las cuerdas de nylon, que podían atar fuertemente a las personas. Pensó que esta persona era realmente interesante por llevar un carrete de cuerdas de nylon con él.

Danitza quería amenazar a Victoria antes. Como había cuerdas, tuvo que ensartarla.

—¡Danitza, maldita perra! Me vengaré de ti. ¿Cómo te atreves a colgarme? —gritó Victoria. No le importaba su aspecto ahora.

—Tu hermana está muy enferma. Deberíamos enviarla a una institución psiquiátrica, donde pueda recibir una inyección que la haga calmarse. Señorita, si le resulta difícil hacerlo, yo puedo ayudarla —dijo el hombre de buen corazón a Danitza.

—Gracias pero no. Aunque esté mal, es mejor llevarla a casa —dijo Danitza. No quería perder el tiempo con Victoria.

—Muy bien. Si necesita ayuda, hágamelo saber —dijo el hombre de buen corazón. Echó una mirada a Danitza y se fue.

Danitza ató a Victoria y la llevó al lugar donde Lucy se peleó con esas tres mujeres. Cuando la policía se acercó, dejaron de pelear y revisaron sus heridas a través del espejo.

Lucy esperaba a Danitza con ansiedad. Temía que Danitza fuera dañada por Victoria, pero sonrió al ver que Danitza se acercaba con Victoria atada.

Danitza era bastante inteligente, con quien incluso Victoria estaba en una situación desfavorable.

Esas tres mujeres vieron que Victoria estaba atada, dejaron los espejos y corrieron hacia ella.

—¿Cómo puedes tratar a Victoria así? Eres muy cruel. Afloja las cuerdas —Las tres mujeres regañaron a Danitza. Necesitaban ganarse la vida protegiendo a Victoria.

—Sólo llévatela. No quiero molestarme en llevármela. Victoria, sólo quiero que sepas que las malas acciones repercuten en el que las hace —dijo Danitza. Luego pasó a Victoria a aquellas mujeres.

—Bueno, ¿no has disfrutado al máximo de la felicidad de pelear? Vayamos al club de boxeo, donde podremos pelear sin que nadie nos moleste —dijo Lucy con fiereza. Sin la policía, habría golpeado fuertemente a estas tres mujeres y las habría hecho llorar amargamente.

—Vayamos y alejémonos de estas mujeres maleducadas. La venganza es un plato que se sirve frío —dijo Victoria. Estaba de mal humor y le dolía la cara después de haber sido abofeteada y golpeada por Danitza. Por lo tanto, no quería que los demás la vieran mal.

Los cuatro se marcharon abatidos mientras Danitza y Lucy estaban de buen humor por haber ganado la lucha contra esas molestas mujeres.

—Ya hemos comprado suficiente ropa por hoy. Volvamos —dijo Danitza a Lucy.

—No. No hemos tenido un embellecimiento facial y corporal. Has estado cansada todo el día. Vamos a darnos un masaje —sugirió Lucy. Ella era muy buena para disfrutar. Invitó a Danitza a relajarse.

—Vale, me gustaría hacerlo. Mi piel está en mal estado últimamente —dijo Danitza. Llevaba muchos días sin dormir bien y se veía un poco demacrada. Por eso, quería que su piel estuviera más sana.

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