{...Narra Jeff...}
Mire por donde mire se me dificulta el no pasar por alto lo bien que les ha quedado esta fiesta, tiene millones de detalles por todos lados, además las luces que cambian de colores según el ritmo de la música es lo que más me ha gustado, también la decoración es bastante buena y la cantidad de licor es alucinante, lo único malo es lo complicado que es encontrar a Taylor en medio de toda la gente.
Puede estar en problemas ahora mismo y yo no sabría cómo ayudarlo por culpa de no saber su paradero, dudo mucho que se haya ido del recinto al ser un poco temprano para acabar con la fiesta, pero o bien está vomitando en el baño o simplemente está aceptando cosas nuevas que de seguro chicos fiesteros le deben estar ofreciendo.
Esta clase de fiestas son divertidas aunque también suelen ser peligrosas para adolescentes, tiene recién 18 años, aún sigue siendo un niño comparado con todos los que hemos venido a su fiesta, además sus expresiones igual que todo su cuerpo es la de un tierno adolescente.
Cuando mi mente se deja llevar se me dificulta no imaginarlo con ciertas vestimentas que lo harían ver muy adorable. Si fuera mi novio definitivamente le regalaría ropa para comérmelo vivo en la cama, de sólo pensar las cosas que le haría mi corazón late más deprisa y siento como mis mejillas se ponen calientes junto a todo mi cuerpo, pensé tener controlado este lado pervertido, pero creo que ha despertado mi antiguo yo.
Tengo 22 años, casi 23 y aún no he podido hallar un novio o novia que me haga sentir feliz antes de hacerme sentir amarrado, la mayoría de exnovias o novios me aburrían antes de cumplir un mes.
No he durado más de un mes con una persona, la mayoría es porque no terminan de gustarme, al principio son dulces y permisivos, pero luego se vuelven controladores e igualmente celosos, me es irritante, la primera vez está bien, la segunda ya no me resulta tierno, sin embargo a la tercera ya no lo soporto y los termino de inmediato tras ellos intentar atraparme.
Muchas chicas intentaron quedarse embarazadas para amarrarme a un niño, por una parte me gustaba la idea de tener un hijo, me gustaría ser padre muy joven, pero cuando pensaba en cómo sería su madre las ganas se me esfumaban como agua en el desierto.
No digo que tener celos es algo completamente malo, hay veces en la que también lo he tenido, sólo que en menor cantidad y con más estilo, no me gusta estar celoso, pero cuando la persona de verdad me importa es algo inevitable para algunas circunstancias.
Escuché unas risitas detrás de mí que me resultaban familiar, cuando me giré me sorprendió ver a Jace y a Erik tan cerca del otro en público, sin duda ellos ya se están llevando mucho mejor, aunque si los padres de Erik se llegan a enterar una fuerte demanda le puede llegar a mi querido amigo Jace, espero que eso no pase o estará en problemas muy serios con la ley.
Me alegra que Taylor ya tenga 18 años por esa única razón, si tiene la mayoría de edad no tendría que preocuparme por temas legales.
X: Hey ¿Ya ha surtido efecto lo que te he dado? –oí decir cuando la música se detuvo un instante, me giré de inmediato viendo lo que mi presentimiento me decía, era Taylor drogado.
–¡Hey! –me acerqué– ¿qué le has dado? – tomé a Taylor de los hombros viéndolo a los ojos, parecía estar perdido en otro mundo– ¿Taylor? –levantó su cabeza– ¿estás bien?
–Sí... esa pastilla me hace sentir...– fue diciendo mientras una sonrisa se iba formando en sus labios sin acabar su oración– Dale una a mi amigo– le pidió al chico– tiene que sentir esto.
–Ni lo sueñes, largo de aquí– dije al ver al chico sacando una pastilla para mí.
¿¡Era una de "esas" pastillas!? Me pregunté llevando inconscientemente mis manos a mi entrepierna, estaba muy dura, no pude evitar pensar en Taylor mientras me iba tocando y para no manchar con semen mi bóxer, me los quité en medio de jadeos y leves gemidos, se sentía bien, pero me dolía un poco tocarme ¿por qué? No lo sé, estaba tan erecto que llegaba a doler, necesitaba satisfacerme lo más rápido posible, pero entonces recordé a Taylor tomando la misma pastilla que yo, en ese instante mi corazón comenzó a bombear sangre más rápido.
Me senté en la cama viendo como a los pocos segundos en los cuales me pensaba en si debería salir de la habitación en su búsqueda, llegaba él en mi búsqueda.
–J-Jeff...– susurró con la respiración acelerada– creo... que...– sus piernas lo dejaron caer al suelo, me levanté enseguida para ayudarlo viendo su cuerpo mojado y desnudo arrodillado justo frente a mí– nnngh...– llevó sus manos a su entrepierna.
Mi cuerpo no se movió, lo miré desde lo alto apreciando como se tocaba mientras se mantenía arrodillado con las piernas un poco abiertas y dobladas apoyando su trasero en el suelo, la posición me resultaba placentera y no quería levantarlo, se estaba tocando, jadeaba y gemía mientras que yo podía verlo.
Taylor levantó su cabeza con las mejillas un poco sonrojadas antes de posar sus ojos en mi pene y sonrojarse aún más, levantó su trasero del suelo arrodillándose como era debido antes de llevar mi pene a su boca.
–¡Taylor...! – dije llevando mis manos a su cabeza.
Mirar hacia abajo era increíblemente placentero debido a que apreciaba como una de mis fantasías estaba siendo realizada, Taylor miró hacia arriba mientras seguía tocándose, no parecía un experto en esta clase de placeres, pero lo estaba haciendo muy bien, cerró sus ojos metiéndose mi erección de forma más profunda en su boca, mi respiración comenzó a acelerarse mientras mis caderas realizaban un pequeño movimiento de pelvis, quería tocarlo más adentro, pero sabía que no podía presionarlo, de todas formas es su primera vez, o eso creo.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Es complicado (Temática Bl)