Esposa falsa de Simón romance Capítulo 1188

Según Raquel, no se recomendaba que Xenia criese a Pepita con leche materna, porque tendría que despertarse con frecuencia y, a veces, incluso necesitaba alimentar al niño durante las comidas, lo cual sería problemático y molesto, dañando su propio cuerpo.

Entonces Raquel propuso dejar que Xenia le diese leche en polvo para descansar y hacer que Simón fuese un padre calificado.

Xenia, naturalmente, sabía que Raquel era por su bien, pero solía criar a Bernabé de esa forma y la niña, naturalmente, la necesitaría. Por eso, no adoptó esa propuesta.

-No importa. De todos modos no durará mucho tiempo. Déjala beber la leche materna.

Raquel parpadeó, -¿Ya lo has pensado?

-Sí.

-Está bien -Raquel se volvió hacia Simón a un lado-. Incluso si usas la leche materna, como padre, debes ofrecer ayuda y cuidar las emociones de la madre. ¿Lo sabes? Las mujeres que han dado a luz son fáciles de adolecer de depresión. ¡Te levantarás a medianoche para ayudar si a la niña le ocurre algo!

En realidad, Simón lo hizo todo sin que Raquel le recordase.

Debido a que estaba muy cansada anoche, y luego se quedó dormida cuando escuchó al niño llorar. Abrió los ojos y se despertó viendo que Simón le pedía callar. Se preparó para salir con la niña en brazos.

Al final, no se sabía si era la postura incorrecta que la sostenía o otra cosa, de todas formas, el llanto de su hija fue más fuerte. Directamente, dejó a su padre, un hombre grande, completamente perdido.

Lo que Xenia oyó fue la voz de apaciguamiento torpe.

-No llores, no llores...

Levantó un poco la colcha con impotencia, se sentó y extendió la mano hacia él, -Quizás tenga hambre. Pásamela.

Simón entrecerró las cejas ligeramente, porque Xenia no había descansado mucho y le preocupaba que molestase a su esposa su hijita.

-Es tu hija. No pienses lo irreal. Pásamela.

Sin remedio, Simón tuvo que pasar con cuidado a la niña en los brazos a Xenia. Su esposa le dio el pecho y lo miró enojada.

-¿Qué has pensado?

Simón frunció sus delgados labios, miró a Xenia y no le respondió.

Obviamente, hizo antes investigaciones y acompañó a Xenia a varios cursos. A menudo recibía algunas críticas en el proceso de estudio, pero lo hizo bien después.

Pero ahora que comenzó el combate real, se dio cuenta de que no era fácil.

Después de todo, el muñeco en el curso no se podía mover. Cuando abrazó a Pepita, se congeló toda su cuerpo.

Fue porque la niña era más pequeño y suave que lo que imaginaba, que se veía tan pequeña que sus grandes manos podían sostenerla, y tan suave que sintió que podría aplastarla con un poco de esfuerzo.

Así que Simón solo podía ser cauteloso y torpe.

Tenía mucha hambre la niña, que se calmó después de beber la leche materna. la sala estaba en silencio, solo se oyó el sonido del bebé chupando leche. El tiempo pasó poco a poco. Terminando de beber leche, se quedó dormida.

Xenia la colocó a su lado. Simón recibió una mirada de advertencia de su esposa tan pronto como quiso venir a recogerla. Tuvo que detenerse.

Fue disgustado.

Debido a que no cuidó bien a su hija, Xenia acostaba gentilmente a Pepita para que durmierse allí, y Simón esperó al lado para vigilar.

Hasta el amanecer, Xenia le dijo, -Ve a la cama de al lado a dormir un rato. Te llamaré cuando nuestra hija se despierte.

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