Esposa falsa de Simón romance Capítulo 524

Después de que Xenia le pidió a Naomí que le entregase la información del pedido a Isidora, sintió que fue descargada la carga pesada que gravitaba sobre ella.

El día siguiente era domingo, y Xenia deseaba de llevar a Bernabé al espacio de recreación.

Hacía mucho tiempo cuando había vuelto a casa, estaba muy ocupada y no le daba tiempo para acompañarlo.

Acordaron los dos ir solos. No se sabía que Bernabé, el niño sagaz, en realidad llamó a Naomí y a Diego para que participasen.

Pensando en lo que pasó a los dos, Xenia, naturalmente, accedió a que se uniesen al equipo.

De todos modos, realmente no podía aceptar que Diego siguiese siendo soltero.

Al día siguiente, partió el grupo.

A Naomí le daba vergüenza bajar las escaleras al principio, pero por fin salió con la cabeza bajada por la estimulación de Bernabé. Tras subirse al coche, continuó encogiéndose en la esquina y actuando como un avestruz.

Xenia no podía evitar reír cada vez que viese que se tomaba como una persona transparente.

Así que se inclinó a su lado y le susurró, -Si lo haces siempre, ¿cuánto tiempo tardarás en convertirte en mi cuñada?-

Su voz era muy baja. Tal vez solo las dos pudiesen oírla.

Sin embargo, estaban en el coche después de todo. Naomí tenía la ilusión de que Diego fuese capaz de escuchar lo que decían. Clavó la mirada en Xenia y dijo en voz baja, - ¡Cállate! -

Eran feroces su expresión y mirada, como si fuera a matar a los demás.

No obstante, la voz que se bajó deliberadamente no tuvo ninguna agresión en absoluto.

Xenia no pudo evitar sonreír y le dijo de nuevo, -Por lo menos, deberías ser valiente, ¿verdad?-

-Cállate de una vez. No quieres hablar contigo.- Naomí se dio la vuelta y extendió la mano para taparse los oídos. Obviamente ya no quería charlar con Xenia.

Xenia ya no se burló de ella, sino recuperó la mirada y encontró una posición cómoda para sentarse.

En cuanto llegó al espacio de recreación, Naomí no se atrevió a enfrentarse a Diego, por eso se apresuró a llevar a Bernabé a jugar, dejando atrás a Diego y Xenia.

Al verlo, a Diego se le apretaron los labios finos con fuerza. La mirada siguió inconscientemente la figura de la chica bajita en el recinto.

Xenia notó su mirada. Se le levantaron las comisuras de la boca inconscientemente, -Hermano, ¿qué te parece Naomí?-

Al escucharlo, Diego frunció el ceño y recordó su apariencia cuando lo besó dos veces. Se le olvidó de lavar el brillo de sus labios después de que se los tocaron las yemas de sus dedos. Así que los llevó en la mano a la empresa. En ese momento en el que tomó los documentos, Carmen vio el color en su dedo y se burló de él diciendo el árbol de hierro estaba ya en flor.

En aquel entonces, Diego se quedaba un poco aturdido, a fin de cuentas, arreglaba esas cosas completamente en general en los días ordinarios.

Sin embargo, ese día parecía estar poseído por un demonio, así que ...

A Diego no le gustó el sentimiento.

Frunció los labios finos, -¿Qué? No has resuelto el asunto importante de tu vida, ¿e incluso quería ser mi casamentera?-

Xenia se volvió para mirarlo, -Ya no eres un chico joven. Tengo tantos años menos que tú y tengo hijo. ¿Tienes tú?-.

Diego, -...-

Parecía incapaz de responder a eso.

Al ver que se callaba, la sonrisa de Xenia se hizo un poco astuta, -Así que tú eres el que tiene que esforzarse.-

El rostro de Diego se puso serio, -¿Está resuelto el asunto?-

Al escucharlo, la sonrisa de Xenia se desvaneció un poco, y negó con la cabeza, -Todavía no.-

Casi se olvidó de que se iba a divorciar de Simón. "¿Es una buena ocasión llamarlo a la Oficina de Asuntos Civiles cuando se odia a sí misma?"

Capítulo 524: Avance 1

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