Esposa falsa de Simón romance Capítulo 642

Así que si él no lo mencionara, entonces Xenia lo iría a mencionar.

Simón reflexionó un momento, frunció sus finos labios y habló lentamente.

-Mañana haré los arreglos, así que hoy puedes descansar.-

¿Mañana?

Xenia asintió, -Vale, después de reunirnos mañana, volveremos a casa.-

Era ridículo como el infierno que de repente huyera del país, y luego Naomí tampoco parecía estar de buen humor por allí, aunque no pudo ver ningún problema emocional cuando hablaron por teléfono anoche.

Sin embargo, Xenia se dio cuenta en el vídeollamada de que tenía los párpados un poco hinchados y los ojos rojos, como prueba de que debía estar llorando desde hacía tiempo.

En cuanto a por qué lloraba, no tenía que pensar en ello para saber la razón.

Así que ella debería volver un poco antes.

-¿Tanta prisa por volver a casa?- Simón frunció ligeramente el ceño, -¿No aprovechas esta oportunindad para viajar?-

-¿Qué más? ¿Aún quieres viajar un poco?-

-¿Es malo?- Simón la miró fijamente, durante unos instantes, y no supo qué estaba pensando. Después de un momento, la mirada volvió a sus ojos, -Es bueno regresarnos pronto.-

Xenia pensó de repente en lo que él se había dicho antes de salir del país.

-Voy a ser tu hombre legal.-

-Y voy a ser el padre de tu hijo.-

"¡Mierda!"

La verdad era que se había olvidado de esto asunto, y al apresurarse a volver así se sentía como si no pudiera esperar a convertirlo en su hombre legal.

Xenia apretó sus propios dientes traseros, siempre fue su culpa por olvidarlo, así que no había nada que decir al respecto ahora.

Sólo al pensar que Simón iba a reunirse con Bernabé, El corazón de Xenia seguía en vilo.

¿Qué expresión tendría Simón al ver que Bernabé era exactamente igual que él?

¿Sería una sorpresa o una conmoción? ¿tal vez que estaría eufórico?

Había sentimientos encontrados en su corazón, pero Xenia no podía imaginar nada de esto ahora mismo, así que sólo podía esperar hasta que volviera a casa.

Después de un día en el hotel, Simón salió por la noche y Xenia se quedó sola en su habitación chateando por vídeollamada con Naomí sobre el trabajo.

Como no estaba Simón, Xenia estaba muy suelta y hablaba con Naomí de todo. Las dos hablan de trabajo un rato, y de repente Naomí dijo que Bernabé quería mirarla.

Xenia se lo pensó, “Simón lleva bastante tiempo fuera y no debe volver tan pronto.”

Ella asintió, -De acuerdo, tráelo aquí, no puedas decírselo con antelación, no podremos hablar mucho tiempo.-

-No hay problema.-

Pronto Naomí llamó a Bernabé, y Xenia se sentó tranquilamente en la mesa, observando la cámara por un momento de silencio antes de que una linda cabecita surgiera de repente.

-¡Mamá!-

Los labios de Xenia se curvaron involuntariamente al ver a Bernabé, sus ojos y su voz se suavizaron.

-Bernabé...-

-¡Mamá!-

Al segundo siguiente, la expresión de la cara de Bernabé se volvió instantáneamente altanera, -Mamá, eres el gran villano, claramente prometiste no enviarme a otras cuando estabas ocupado con el trabajo antes.-

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