La madre y el hijo se escondieron debajo de las mantas mirando el anillo de diamantes.
-¿Muy bonito, no?-
Cuando Bernabé levantó la cabeza, vio la mirada de Xenia llena de expectación y anhelo, en sus labios rosados esbozó una suave sonrisa, la cual era sincera y impoluta.
Bernabé y su mamá habían estado viviendo juntos durante tantos años, Antes su mamá le sonría a menudo, pero aquellas sonrisas que surgían eran diferentes de las actuales.
Siendo un niño aparentemente no conocía bien eso.
Por lo tanto, no pudo terminar diciendo lo que quería, y luego murmuró con resquemor.
-mamá, es muy fácil que estés satisfecha con lo que tienes-
"¿Es muy fácil que esté satisfecha con lo que tengo?" Esas palabras le repercutían en la cabeza.
Xenia no lo creyó así, y sintió que mientras Simón sabía dar esos detalles, ya era suficiente.
-Tontito, me voy a casar con un hombre nada más.-
-Pero, mamá, antes has sufrido mucho.-
Un momento de silencio.
Xenia pensó durante mucho tiempo y sintió que este chiquito todavía no entendía las emociones de los adultos, le pellizcó la naricita, -De todos modos, no sé cómo explicarte bien las cosas por ahora, pero recuerda que tu mamá lo hace todo voluntariamente-
-Vale, está bien, mamá ... Si te hacen daño, debes decírmelo, ¡y voy a castigar a esos malos por ti!-
Cuando Simón estaba a punto de entrar en la habitación, escuchó lo que dijo, por lo que sus pasos se detuvieron, luego salió y permaneció en la esquina al lado de la puerta con una expresión deprimida en su rostro.
La hostilidad de este chiquito hacia él ...
¡Era muy fuerte!
*
Xenia se quedó en la Villa HoiKong durante dos días, no fue a la empresa, no hizo más que comer y dormer todo el día. Cuando se vio de nuevo en el espejo, descubrió que su rostro parecía seboso y redondo.
Ella se pellizcó su cintura y comenzó a preocuparse.
"¿Tengo que adelgazar?" cuchicheó en su mente.
Cuando estaba perdida, Diego le llamó.
-¿Hermano?- Xenia estaba un poco sorprendida y al mismo tiempo un poco nerviosa, teniendo en cuenta que Diego tomó la iniciativa de llamarla en este momento, supuso que algo andaba mal porque Diego no le dio la libreta de residencia cuando ella regresó a casa y se lo pidió hacía unos días.
La débil voz de Diego llegó desde el otro lado del teléfono.
-¿Has estado con Simón estos días?-
Xenia trató de distinguir si estaba enfadado o complacido a través de su tono, pero después de pensar durante mucho tiempo, descubrió que no pudo hacerlo ...
Parecía que estaba enojado, pero daba la sensación de que estaba tranquilo, si lo estuviera, sería algo inverosímil porque era muy raro que se comportara tan tranquilo e indiferente.
-Sí...-
Xenia asintió honestamente y se lo admitió.
-¿Te gusta tanto? Ni siquiera puedes olvidarlo durante cinco años, ¿que tiene que ser él?-
-Hermano, yo...-
-Piensa bien y respóndemelo.-
Xenia tomó una respiración profunda y dijo directamente sin siquiera pensarlo-Hermano, si pudiera, lo habría olvidado hace cinco años y ahora estoy con él, que esto es la mejor explicación... El resto, creo que no tengo porqué explicarte más.-
A través del teléfono móvil, Xenia casi podía sentir su impotencia cuando Diego escuchó lo que dijo . Aunque sabía que podría entristecer a su hermano, pero ... para que estas cosas fluyeran bien, debía hablar rápidamente.
Si no se le anticipara y no dijera nada, solamente se dejaría llevar por los pensamientos de Diegocreyendo que aún podría persuadirla.
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