Esposa falsa de Simón romance Capítulo 765

“¡Joder!” gritó Anthony en silencio, “¡Es un animal sin ninguna piedad!”

“Le supliqué con la máxima ternura posible, pero éste, ni siquiera me miró.” Pensó Anthony.

Aunque Simón llevaba siempre un rostro frío e indiferente, Anthony sintió mucho afecto hacia él.

Con lo profundo que lo conocía, nunca lo vio acercarse ni abrazar a una mujer como hoy, pero en estos últimos días lo hizo de forma natural como si no hubiera sido el Simón que conocía.

De hecho, hace poco Anthony ya sintió algo diferente en él cuando se iba a devolver a ella la llave, y Simón se lo arrebató directo.

Aburrido e indignado de su frialdad, Anthony decidió burlarse de él, -Por cierto, ¿habéis hecho el amor?

De repente detuvo Simón y le calvó los ojos.

“Sí que siente afecto hacia ella.” Pensó Anthony, quien en este momento estaba muy interesado por ponerlo en ridículo, entonces siguió provocándolo, -Ella es guapa, con buena figura de cuerpo, las tetas y las piernas parecen dulces como una fruta, y su rostro es de todo un ángel. Si la jodas, te aseguro que te sentirás… -diciéndolo, extendió una mano por su parte inferior.

Cuando se dio cuenta de su enojo, ya era tarde, porque en este momento Simón estaba llamando a su abuelo.

-Hola, abuelo Moises, soy Simón -dijo tranquilo-, Anthony está en mi despacho.

“¡Maildito sea!” de repente saltó del sofá Anthony, con mucha furia lo miró, sin atreverse a detenerlo.

-Anthony me pidió que acudiera a la cita por él porque no estaba contento con su plan, además, quería romper con usted -articuló Simón.

En este momento Anthony se quedó inmóvil, imaginando el rostro enojado de su abuelo.

Colgó el teléfono, Simón lo miró indiferente, -Sigue.

-¡Joder! No te reto más -con un rostro lívido, detuvo Anthony.

Sí que no estaba contento con su plan del matrimonio, pero no llegó a romper con él porque al fin y al cabo, era su fuente de ingreso. Si no hubiera sido por este tremendo problema, no le habría pedio auxilio.

“Tampoco hace falta que me pongas en ridículo de tal manera por ella,” pensó Anthony, “Ella es nadie más que una cualquiera, además digo la verdad, sí es guapa y con buena forma de cuerpo.”

Finalmente Anthony gritó, -Algún día te tocará a ti una cita obligatoria, para entonces ni se te ocurre que te ayude -luego salió de su despacho, enojado.

Simón se sintió incómodo con sus tonterías, aunque las lanzó a ella.

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