— Hoy estarán abajo con su papá, él quiere pasar tiempo con ustedes, Lorena también los va a acompañar, yo me quedaré en mi habitación, pero si necesitan algo se lo dicen a Lorena. — Dijo Maya mirando a sus dos pequeños.
Ayer ellos habían hablado con Víctor por un rato, pasaron un tiempo juntos, conociéndose y luego él le había dicho a ella que quería pasar el mayor tiempo posible con ellos, poder hacerse un lugar en la vida de los niños, por lo que ella aceptó, estaba de acuerdo con esto, porque pensaba que los gemelos necesitaban a su padre y podía darse cuenta que para Victor ya eran importantes, así que no se iba a oponer a qué se relacionaran, solo que ella prefería no estar demasiado cerca en estos momentos, estar cerca de Victor la afectaba, no podia controlar todo lo que sentía por él.
Después de todo no siguieron discutiendo lo de ayer y ella no quería retomar ese tema, prefería intentar olvidarse de sus palabras, aunque esto se sentía realmente complicado, porque esas palabras estaban grabadas en su mente, no se dejaban de repetir, pero ella quería seguir enterrando sus sentimientos por él, porque no creía que ese día solo fuera solo parte de una actuación, lo que vió y las palabras que él le dijo la habían destrozado y cada vez que hablaban sobre el pasado era como volver a abrir sus viejas heridas, dolía demasiado.
— Esta bien, mami, ¿Tú estás segura de que quieres que pasemos tiempo con él? Puedo quedarme acompañándote aquí. — Sugirió Marcus, él estaba más apegado a ella y se preocupaba mucho porque estuviese bien con esto.
— Por supuesto que si mi amor, es bueno que pasen tiempo con su padre. — Respondió Maya con una sonrisa mientras tocaba el cabello de él, sintiendo su corazón muy cálido por tener hijos tan lindos y Marcus finalmente asintió.
— Señora, ya está aquí el señor Myers. — Anunció Lorena al entrar a la habitación.
— Voy a bajar mami. — Avisó Jake antes de salir de la habitación y Marcus besó la mejilla de su madre antes de seguir a su hermano junto a Lorena.
Cuando empezaron a bajar las escaleras se dieron cuenta de que su padre estaba de pie esperándolos con una hermosa sonrisa y muchos regalos en sus pies.
— Hola mis campeones. — Saludó Victor sintiendo una enorme alegría en su corazón y cuando ellos se acercaron él los abrazó. — Les traje algunas cosas, espero que les gusten.
Después de decir esto, Victor buscó a Maya con la mirada y se sintió un poco decepcionado cuando se dió cuenta que ella no iba a venir, pensó que al menos la podría ver y eso había alegrado su corazón, porque al menos poder verla aliviaba un poco su dolor, pero ella no deseaba verlo, entonces no bajaría.
— Hola, gracias. — Saludaron los dos un poco tímidos separándose de su abrazo, no podían llamarlo papá, para ellos esto era bastante extraño, no sabían bien como comportarse con Víctor, pero tenían curiosidad por los regalos y también estaban alegres.
Victor instó a sus hijos a abrir los regalos y ellos comenzaron a verlos, para darse cuenta de que habían muchos Legos, rompecabezas y algunos otros juguetes bastante modernos, todos de su gusto, lo que los hizo formar una sonrisa, no sabían como su papá podía saber sus gustos, pero estaban contentos por estos.
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