Aria había estado cada vez más deprimida estos días, y ni siquiera la dejaban ir al trabajo ni ir a visitar a su abuela al hospital, al parecer tenían miedo de que pudiera escaparse antes de la boda y por eso la habían restringido a quedarse en casa, por eso había tenido que renunciar a su trabajo y ahora ella solo podía estar en su habitación o hacer la limpieza de la casa, no habían más opciones y ya su boda se acercaba, lo que hacía que su corazón doliera inmensamente.
Sabía que ya esto estaba en marcha y su madrastra se estaba encargando de los preparativos y no le había pedido ni siquiera su opinión, ella había elegido todo, incluso el vestido que ella usaría, no es que a Aria le importará todo esto, porque sabía que este no sería un día alegre si no un día lleno de tristeza.
— Ya no falta nada para tu boda hermanita, ¿Estás feliz de casarte con un discapacitado? Deberías estar agradecida, al menos tiene dinero y no es un mendigo como tú. — Espetó Michelle con una sonrisa llena de provocación.
— Si, lo estoy porque al menos tiene mucho más dinero que Noah, le dijiste que solo estaba con él por el dinero y la verdad es que tenías razón, me hiciste un favor quitándomelo de encima porque ahora podré casarme con alguien con mucho más dinero. — Mintió Aria con una sonrisa, no quería darle la satisfacción a Michelle de seguirla lastimando.
Michelle estaba por decirle a Aria que no fingiera que no le dolía y que quería casarse con Lucien porque ella sabía cuánto le suplicó a su mamá para no tener que hacerlo, pero antes de comenzar a hablar vio a Noah parado un poco detrás de Aria, no sabia en que momento había llegado ni quién le había abierto, pero estaba segura por su cara que había escuchado lo que Aria dijo.
— Hermana no puedes ser así, ¿Por qué lo único que te interesa es el dinero? Noah es un hombre bueno y no lo supiste apreciar.
— ¿Un buen hombre? ¿En serio? — Preguntó Aria soltando una carcajada llena de ironía, haciendo que el rostro de Noah se tornará rojo de la ira.
— Al menos soy mejor que el hombre con quién te vas a casar, pero como lo único que te importa es el dinero, está bien que estés con alguien así y vivas una vida miserable. — Masculló Noah acercándose más y Aria lo miró sorprendida y aunque no esperaba que él escuchará esto, no se arrepentía, él había roto su corazón, así que se merecía que ella hablara así de él.
— No creo que seas mejor hombre que Lucien Gray, aunque no esté muy bien, tiene muchísimo dinero y poder, pertenece a la familia más adinerada del país, es prácticamente de la realeza, nunca podrías compararte con él, así que después de todo yo gane. — Replicó Aria con una sonrisa ganadora.
Por dentro su alma dolía y ella odiaba tener que casarse con Lucien, pero deseaba que Noah sintiera al menos una parte del dolor que le causó.
— Eres una sucia cualquiera y quizás no puedas disfrutar del dinero que tanto anhelas ya que es probable que termines muerta como su primera esposa. — Espetó Noah apretando los dientes, conteniendo su ira para no golpearla, aunque hace tiempo Michelle ya le había dicho Aria solo estaba con él porque deseaba casarse con alguien con mucho dinero y poder, escucharla admitirlo le dolía y le causaba mucha más rabia.
— Tal vez si o tal vez no, igual me arriesgaré, vale la pena. — Dijo Aria con una sonrisa, intentando disimular el dolor que le causaban las palabras de él, aunque deseaba que nada sobre Noah la afectará, todavía lo hacía.
El hombre que ella tanto había amado no solo la golpeaba, amenazaba y decía palabras hirientes, ahora incluso deseaba su muerte, no entendía cómo pudo estar tan equivocada antes y como esto podía dolerle tanto.
— Me das asco. — Masculló Noah mirándola con despreció.
— Ahora al menos los dos sentimos lo mismo el uno por el otro. — Replicó Aria antes de darse la vuelta y avanzar rápidamente a su habitación, todo le había afectado, pero no estaba dispuesta a demostrarlo.
— Cariño no le hagas caso, ella está loca y estoy segura que va a sufrir mucho con ese hombre, solo que no sabe bien lo que le espera. — Dijo Michelle tocando el bazo de Noah con suavidad mientras él no dejaba de mirar por dónde se fue Aria sintiéndose cada vez más furioso.
— Si no lo sabe, muy pronto lo va a descubrir. — Espetó Noah tratando de calmar la ira ardiente que estaba sintiendo, sentía unas ganas enormes de ir tras Aria y obligarla a arrepentirse de lo que dijo, pero no podía hacer eso con Michelle a su lado, tendría que dejarlo para después.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Esposa Obligada Del CEO Paralítico