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Esposa Sustituta, Matrimonio Verdadero romance Capítulo 8

Del otro lado del teléfono, Sabrina hacía lo que podía para no ahogarse con sus propias lágrimas mientras lo consolaba:

-Debo trabajar y ganar dinero así puedes comprarte comida deliciosa y juguetes divertidos. Te visitaré en unos días, ¿te portarás bien? Come y duerme bien, ¿sí?

-Me portaré bien. Mami, no me dejes solo, ven a visitarme pronto.

—¡Llévate a este mocoso! —De repente se escuchó la voz de Sara, mientras que los gritos de Federico se desvanecían.

-Sara Acosta, ¿qué le hiciste a mi hijo? -exigió Sabrina, iracunda, a través del teléfono.

-No te preocupes. La niñera lo llevó a su habitación. Fui lo bastante buena para dejarte escuchar su voz, así que deberías agradecerme. -Se burló Sara.

-Si llego a enterarme de que está herido cuando lo vuelva a ver, no te lo dejaré pasar —juró Sabrina, conteniendo las lágrimas.

Se escuchó la risa tintineante de Sara del otro lado del teléfono.

—¿Me estás amenazando? ¿Con tu estatus de señora Quiroga? ¿Acaso no sabes que Emiliano es prácticamente inservible?

-¿De verdad? Si mi posición social no vale nada, ¿por qué me obligaron a casarme con él? ¿Cómo los beneficiaría mi matrimonio? -respondió Sabrina.

Al escucharla, Sara espetó con impaciencia:

-Padre quiere que te recuerde que trates bien a ese tonto, que tranquilices a la gran señora Quiroga y te asegures de no ofender a nadie allí, ¿entendido?

-Sí -respondió Sabrina desanimada.

«Estoy segura de que Sergio quiere que me acerque a Ágata para destruir la evidencia que puede ponerlo tras las rejas».

-A propósito, ¿cómo estuvo el retrasado anoche? ¿Se enteró quién eras? —Sara se burló.

Capítulo 8 1

Capítulo 8 2

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