Ex esposa, "Vamos a casarnos" romance Capítulo 138

No es que Sylvia no hubiera pensado antes en Odell, pero había abandonado la idea.

Ella declaró: "No me ayudará".

Sherry sabía de los rencores entre Sylvia y Odell estos tres años. También odiaba a Odell por lo que le había hecho a Sylvia por culpa de Tara tres años atrás. Sin embargo, en ese momento, él era la única persona que podía ayudarla a rescatar a la tía Tonya.

Miró la cara de Sylvia y dijo: "Syl, ¿por qué no le suplicas? Sigues siendo la madre de sus hijos, además de su exmujer. No te abandonará a tu suerte, ¿verdad?".

¿Suplicarle?

Sylvia no pudo evitar sentir un escalofrío al recordar la cara del hombre cuando la dejó en el hospital.

No es que no quisiera suplicarle. Sin embargo, aunque lo hiciera, lo más probable es que él no aceptara. Tal vez incluso la humillaría.

Guardó silencio un momento y dijo: "Estoy pensando en hablar con los padres de Tristán y aclarar las cosas con ellos".

Sherry dijo con incertidumbre: "¿Te harán caso?".

Sylvia respondió: "Los he visto muchas veces cuando era niña. No parecen personas irracionales. Si hablo con ellos cara a cara, puede que me crean".

Después de todo, ella no tenía nada que ver con Tristán, y no quería casarse con él.

Los cuatro solo querían obligarla a casarse con Michael para evitar que estuviera con Tristán.

Esta era la única solución que se le ocurría en ese momento.

...

Temprano a la mañana siguiente, Sherry acompañó a Sylvia a la residencia de los Ledger.

El mayordomo dijo que Bruce y Catherine no estaban en casa porque habían ido a una exposición de arte. Le dijo a Sylvia que volviera la próxima vez.

Cuando salieron, Sherry la empujó hasta la entrada.

Le pasó la invitación a Sylvia y le dijo con inquietud: "Syl, solo hay una invitación, así que no puedo entrar contigo. Estaré fuera. Llámame inmediatamente si pasa algo".

Sylvia le sonrió. "No te preocupes. No me pasará nada".

Habría más gente dentro. Bruce y Catherine no eran bárbaros. Aunque la odiaran, no le harían nada.

Tras decir esto, Sylvia aceptó la invitación y entró en la mansión.

El lugar de la exposición era un césped abierto frente a la mansión.

Muchos cuadros famosos estaban dispuestos de forma ordenada. Algunas personas paseaban por los pasillos para admirarlos o charlaban con sus amigos que les acompañaban.

Sylvia miró a su alrededor, pero Bruce y Catherine no parecían estar presentes.