Ex esposa, "Vamos a casarnos" romance Capítulo 207

Como los niños tendían a ser más olvidadizos, Sylvia cambió rápidamente de tema para desviar la atención de Isabel y Liam.

Salieron de la tienda al poco rato.

Odell estaba sentado en la silla del exterior con un abrigo largo y oscuro puesto sobre él. Tenía una fuerte expresión de superioridad.

Era totalmente distinto de la persona que acababa de forzar y amenazar a Sylvia.

Sylvia le lanzó una mirada directa desde atrás.

Odell se dio la vuelta para captar su atención.

A ella le brillaron los ojos y retiró rápidamente la mirada.

Odell la miró con rudeza y le ordenó: "Empaca y prepárate para irte a casa".

Sylvia le ignoró, y lo mismo hicieron Isabel y Liam.

Odell se dirigió a los guardaespaldas Ben y Jacob, que rápidamente entraron en acción y empezaron a guardar la tienda.

…

El viaje en coche a casa fue completamente silencioso.

Tres horas más tarde, se detuvieron ante las puertas de la residencia de los Carter.

Después de bajar del coche, lo primero que hicieron Liam e Isabel fue correr hacia Sylvia. Se resistían a verla marchar.

Sylvia miró a Odell y se preguntó si podría convencerlo de que la dejara quedarse con los niños por un tiempo.

Sin embargo, Odell tenía una cara de desprecio, como si el mero hecho de verla le ofendiera, así que descartó inmediatamente la idea.

Se volvió hacia Liam e Isabel con una sonrisa: "Isabel, Liam, ustedes dos vayan a descansar primero. Mamá vendrá a verlos de nuevo por la noche".

Isabel contestó: "De acuerdo".

Liam contestó: "Mami, tú también descansa un rato en casa".

Sylvia sonrió cálidamente. "Lo haré".

Era algo de su arrogancia mezclada con algún elemento propio de ella, lo que le molestaba tanto. Le dieron ganas de arrastrarla hasta aquí y darle una buena lección.

Al mismo tiempo, la imagen de antes, cuando se pegó a ella, se repetía en su mente.

Ella había estado justo delante de él.

Incluso ahora, podía sentir la suavidad de su cuerpo.

Esta mujer estaba claramente tratando de seducirlo.

Sin darse cuenta, se encontró dirigiéndose hacia Sylvia.

Fue muy rápido. Sylvia acababa de llegar al cruce cuando él apareció detrás de ella.

La agarró por detrás del cuello de la chaqueta y tiró de ella hacia sus brazos con un movimiento rápido. Luego, le puso la cara entre las manos y plantó sus labios sobre los de ella.

Soplaba una brisa fresca y agradable.

Sylvia se puso rígida, pero su cuerpo ya no era suyo.