Ex esposa, "Vamos a casarnos" romance Capítulo 229

"Es precioso. Este cuadro es precioso". La señora Carter sostenía el cuadro de forma emocionada pero controlada por miedo a arrugarlo.

Sylvia sonrió. "Abuela, este cuadro es un regalo de Año Nuevo solo para ti".

La señora Carter agarró el cuadro fuertemente con ambas manos y dijo avergonzada: "¡Oh, es demasiado!".

Sylvia se rio. "Me alegro de que te guste".

"Jaja, ya que es un regalo para mí, lo aceptaré", dijo alegremente la señora Carter y sacó otro sobre de su lado.

Cogió la mano de Sylvia, colocó el sobre en su mano y dijo con una sonrisa: "Syl, he preparado esto especialmente para ti. Ya que he recibido tu cuadro, tienes que aceptarlo también".

Sylvia sólo pudo decir: "De acuerdo. Gracias, abuela".

Colocó el sobre en su bolso.

La señora Carter seguía admirando alegremente el cuadro mientras Sylvia se lo explicaba de vez en cuando.

Al otro lado, Isabel y Liam estaban sentados en el suelo, contando su dinero de Año Nuevo. Además de una talla de madera del sobre de Sylvia, el dinero en efectivo, la escritura del terreno y pequeños lingotes de oro y plata estaban alineados frente a Isabel.

"Un dólar, dos dólares, tres dólares... cien dólares, doscientos dólares...".

Isabel metió primero los lingotes de oro en su bolsita, luego añadió todo el dinero que Sylvia le había dado y, por último, frunció el ceño ante las dos escrituras de propiedad.

Volvió a preguntarle a Liam: "Liam, ¿esto vale algo?".

Liam le devolvió la sonrisa. "Sí".

Isabel guardó inmediatamente los dos títulos de propiedad en la bolsa.

Liam se limitó a mirar con una sonrisa.

El ambiente en la sala de estar era muy animado.

Una sirvienta anciana que estaba al lado observó esta escena e inexplicablemente sintió que sus ojos se enrojecían.

Después de todo, la casa siempre había sido fría y silenciosa durante el Año Nuevo en los años anteriores.

Odell estaba callado, Liam era más tímido y solo le gustaba jugar con su cubo de Rubik, y la señora Carter no podía quedarse mucho tiempo antes de aburrirse y volver a su habitación a descansar.

Se quedó paralizada un momento antes de que Isabel saltara alegremente a sus brazos.

Liam apretó los labios y sonrió.

La señora Carter y la empleada que estaba a su lado también se sobresaltaron y sonrieron.

Así, Sylvia almorzó con ellos.

Después de comer, la señora Carter se fue a su habitación a echar una siesta.

Sylvia iba a jugar un rato con los dos pequeños cuando de repente recibió una llamada de Sherry que quería ir de compras con ella.

Sylvia miró a los dos lindos y pegajosos pequeños que tenía delante y dijo: "Sherry, ¿puedo ir contigo más tarde? Ahora estoy con los niños".

Sin embargo, Sherry exclamó: "Syl, ¿acaso eres mi amiga? Tus dos hijos tienen casi cuatro años, ¡pero yo, tu mejor amiga, no los he visto ni una sola vez! ¿Cómo puede ser? Me da igual. Voy a ir contigo ahora. Llevaremos a los niños de compras juntas".

Colgó sin esperar la respuesta de Sylvia.

Sylvia solo pudo preguntar a los niños: "Isabel y Liam, una buena amiga mía va a venir a pasear conmigo más tarde. ¿Quieren ir de compras con nosotros?".