Ex esposa, "Vamos a casarnos" romance Capítulo 87

Media hora después, el supercoche negro se estaciono frente a la mansión de los Carter.

Odell bajó.

Los guardaespaldas se pusieron nerviosos al verlo. "Señorito Odell, pensé que tenía una reunión. ¿Por qué ha vuelto tan pronto?".

Odell reaccionó con frialdad. Los fulminó con la mirada y preguntó: "¿Cómo sabían que estaba en una reunión?".

No le había dicho a la señora Carter que tenía una reunión. Ni siquiera el mayordomo lo sabía.

El guardaespaldas estaba aturdido. La tensión se acumuló mientras tartamudeaba: "Lo he oído... de alguien...".

Odell miró con sospecha al guardaespaldas antes de entrar en la sala de estar.

La señora Carter y el mayordomo estaban charlando con los demás sirvientes en el salón.

Cuando Odell entró, todos se quedaron atónitos. Incluso la señora Carter mostraba nerviosismo en su rostro.

Odell miró a su alrededor y preguntó: "Abuela, ¿dónde están Liam e Isabel?".

La señora Carter apretó los labios. "Eh... Salieron a jugar".

Odell frunció el ceño. "¿Dónde?".

"No lo sé. Dijeron que se aburrían en casa, así que les dije a Jacob y a Ben que los sacaran".

Odell se dio la vuelta y salió. Antes de salir por la puerta, se dio la vuelta y le gritó al mayordomo: "¡Nadie puede avisarle a Ben y a Jacob!".

El mayordomo se sorprendió y asintió rápidamente con nerviosismo.

Odell salió entonces con mucha prisa.

El mayordomo suspiró aliviado y le preguntó a la señora Carter: "Señora, ¿llamamos a Ben y a Jacob y les decimos que traigan a los niños?".

La señora Carter suspiró. "Ya es demasiado tarde. Odell lo sabe".

Liam tampoco tenía prisa por beberlo. Estaba sentado tranquilamente en el banco y ayudó a su madre con los condimentos mientras Isabel se metía un trozo de pollo en la boca de vez en cuando.

La madre y los niños parecían felices y armoniosos bajo las cálidas luces.

Odell se quedó mirando un rato.

Cuando Sylvia sirvió la carne y estaba a punto de sentarse a comer con los niños, Odell entró por fin. Su alta figura silenció todo el patio.

Sylvia se levantó con cautela.

Liam e Isabel también se pusieron delante de ella, tratando de protegerla de su padre. Tenían miedo de que le hiciera algo malo.

Odell frunció el ceño.

Isabel gritó: "¡Grande malvado! Liam y yo hemos venido a ver a mami. ¡No es culpa de ella! ¡No intimides a mi mami!".