FAMILIA DE MENTIRA, AMOR DE VERDAD romance Capítulo 1

—¡...O te puede pasar algo desagradable, como yo, por ejemplo!

A ver, que Michael Parker tenía algunos problemillas de control de ira que no había logrado resolver del todo... eso era cierto. A fin de cuentas su padre lo había secuestrado siendo un niño y había visto toda clase de horrores, así que era muy difícil que toda aquella rabia que normalmente controlaba muy bien, no se le saliera hasta por los poros cuando escuchaba que alguien estaba tocando a Grace contra su voluntad.

Ella ni siquiera tuvo tiempo te terminar la amenaza. Mano de Mitch se cerró sobre la muñeca de aquel chico, que tenía un incómodo brazo sobre los hombros de la muchacha, y la apretó tan fuerte que lo hizo levantarse en el acto entre un montón de "ayes", quejas y gimoteos.

—¿No te dijo que le quitaras las manos de encima? ¿Qué parte no se le entendió?

Grace se levantó, abriendo mucho los ojos porque la verdad era que no tenía ni la más mínima idea de que Mitch estaba allí, mucho menos de que podía hacer algo como eso.

—¿Y tú quién mierd@ eres...? —ladró Shawn cuando Mitch lo sacó al pasillo y se puso un dedo sobre los labios para indicarle que se callara.

—A ti no te importa quién soy, lo que te importa es que como hagas medio escándalo vas a pasar el resto del semestre escribiendo con la lengua porque este brazo de repente se te va a quebrar en tres pedazos. ¿Me expliqué bien?

Pues al parecer no, porque Shawn hizo un gesto para soltarse con brusquedad, como si estuviera listo para contraatacar y un segundo después estaba de rodillas delante de Michael, gritando entre los dientes apretados mientras este solo encajaba un pulgar en la curva interna de su codo.

—¿Te duele?

—¡Suel... suéltame...!

—Me alegro de que te duela, y eso que todavía no te rompo nada —gruñó él hasta que sintió una mano pequeña aferrándose a su playera.

—Ya basta, Mitch...

—¿Cómo que ya basta, muñequita? ¡Esto no se acaba hasta que el señor Destapa Caños no entienda que no te puede tocar! —siseó él con rabia, una que se esfumó por completo cuando la escuchó reír.

Grace tiró de su manga y lo hizo soltar a Shawn, le causaba gracia que Michael siempre solía llamarla cariñosamente Muñequita, y que a pesar de cuántos años habían pasado sin verse, cuando hablaba inconscientemente, así era como volvía a llamarla.

—Ya déjalo, dragoncito, no vale la pena —aseguró y a Mitch se le cortó la respiración por un instante porque ella también solía llamarlo así antes.

Volvía a ser primos. No importaba que no compartieran sangre, así se habían criado, a pesar de que hacía solo unos minutos se habías visto el uno al otro como algo muy diferente.

—Vámonos de aquí —sentenció Grace tomando su mochila y salieron de aquella cafetería.

Caminaron despacio por uno de los senderos bajo los árboles y Grace dio vuelta a dos o tres esquinas antes de hacerlo entrar a un pequeño bar, muy poco concurrido a aquella hora de la tarde, pero muy agradable. No había más que seis o siete mesas y Grace lo hizo sentarse en uno de los reservados pegados a la pared antes de poner frente a él dos tarros de cerveza.

—¿¡Vas a...!?

—Ya tengo edad para beber, dragoncito —rio ella y Michael juró que si se le aflojaban las pantorrillas era por la condenada cerveza que estaba buena—. ¿Por qué no me dijiste que ibas a regresar?

—Charlie quería que fuera sorpresa o algo así —él se encogió de hombros mientras intentaba mantener la vista en la cerveza y no en ella—. Pero me voy a quedar dos años.

—¡Genial! ¿En esta universidad?

—Sip, postgrado.

—Entonces nos vamos a ver seguido. ¿Ya tienes dónde quedarte?

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