Mar puso las dos manos a escasos centímetros frente al pecho de Alan, haciéndolo detenerse en su camino hacia la puerta del subdirector.
—¡Alan, espera! —le pidió con ansiedad—. No puedes hacer esto...
—¿¡Ah no!? ¿Y Preston sí puede agredirte? —siseó él.
—¡No, claro que no! Pero yo puedo defenderme sola. Soy capaz de gritar más fuerte de lo que parece —sentenció.
Alan se quedó observándola por un segundo, sin conseguir descifrarla. Era evidente que se sentía mal, entonces ¿por qué no quería que la defendiera?
—¿Qué fue lo que pasó? —gruñó molesto porque ni siquiera se había detenido a preguntar, no le importaba. En ese momento era un toro de lidia que solo veía la amenaza y la amenaza era Preston—. ¿Por qué te agredió?
—Porque piensa que soy tu espía —respondió Mar con calma.
—¡¿Cómo?!
—Preston cree que entré aquí como tu espía. Cree que quieres hacer lo mismo que hacen otros directores, que al llegar a un puesto cambian la administración completa y se traen a sus propios equipos. Piensa que yo entré antes para servirte de espía y que pudiera darte excusas para despedir al viejo equipo.
Alan se restregó la cara con frustración.
—Pues por un lado es un imbécil certificado, pero por otro solo está confirmando mis sospechas —murmuró. Mucho dinero debía estar en juego cuando el subdirector se había puesto tan mal.
—¿Qué sospechas? —preguntó Mar con curiosidad pero Alan negó.
—No me hagas caso, yo me entiendo. Y por lo que haya sido, Mar, no hay justificación, no puedo dejar que las cosas queden así —sentenció Alan.
—¡Pero es que si haces algo puedes poner tu cargo en peligro! —lo reconvino ella—. Si te peleas con él y el director se entera, no te apoyaría con la Junta de accionistas y entonces no te darían el trabajo. A lo mejor esto te molesta, pero...
—¿"A lo mejor"? ¡"A lo mejor" es poco...!
—¡Alan escucha! Tienes que ver el panorama general. Peor será si no te dan el cargo y entra otro director que le permita a Preston seguir maltratando a los trabajadores, o alguien que sea todavía más malo que él. Piensa en eso —le dijo Mar porque creía sinceramente en lo que estaba diciendo—. Tu cargo es la prioridad, cuando seas director nada de esto volverá a pasar. ¿No es cierto?
—¡A eso le puedes poner el cuño!
—Entonces estamos de acuerdo. Déjalo pasar por esta vez, solo esta vez —le pidió ella y Alan terminó cediendo con un suspiro.
—Solo esta vez —aceptó.
Mar respiró con más tranquilidad y se alejó de él despacio para irse a su escritorio, pero apenas Alan la vio rodear el corredor echó a andar hacia el despacho de Preston.
—Esta vez un cuerno —masculló cuando pasaba frente a la secretaria del subdirector y le sonreía.
Ni siquiera llamó antes de entrar y cuando cerró la puerta tras él, vio cómo el rostro de Preston se ensombrecía.
—Escuche, seguro ya le fueron con el cuento de lo que sucedió con la señora Guerrero y le garantizo que todo fue un malentendido... —comenzó a decir con un tono que no tenía nada de disculpa.
—No se preocupe, no vengo por eso. De hecho venía a informarle de algunos materiales que necesitamos en el área de Pediatría. Por si acaso le traje una muestra. ¿Quiere verla?
Aquella respuesta descolocó por completo al subdirector, que acabó asintiendo desconcertado.
—Sí... claro enséñeme.
Alan se acercó con expresión impenetrable.
—¿Usted es zurdo o diestro?
—Diest...
Pero no pudo terminar, Alan tiró tan bruscamente de su manga derecha que el subdirector quedó medio tirado sobre el escritorio mientras Alan sostenía su mano violentamente contra la madera, inmovilizándola desde la muñeca.
Metió los dedos en su bolsillo y Preston se puso lívido pensando en algo peor, hasta que lo vio sacar una pluma.
—¿Sabes qué es esto? —preguntó Alan poniéndolo frente a sus ojos.
—U... Una pl... pluma...
—Error, es un instrumento especial, un plumón. Es el que usamos en el quirófano para pintar por dónde vamos a cortar. —Se inclinó sobre él y dibujó pequeñas rayas justo sobre la unión de las falanges proximales de sus dedos—. Ahora, si no me equivoco, estos son los cuatro dedos que mi prometida tiene marcados por tu culpa. ¿No es así?
—Doctor...
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