Darío se acercó a Evelyn y, tomando su mano, le dijo: "Evelyn, ¿por qué no le dijiste a tu viejo sobre algo tan importante?"
Evelyn respondió: "En realidad no hay mucho que decir, solo fue una ruptura, todo eso ya es cosa del pasado."
A pesar de que Evelyn decía eso, Darío conocía bien a su hija. Estos dos niños habían sido amigos desde la infancia y tenían un vínculo muy profundo. La familia Ibáñez y la familia Alarcón siempre se habían considerado parientes, no creían que algo así pudiera suceder.
Darío se sentó al lado de Evelyn y dijo: "Ya que las cosas han llegado a este punto, no tiene sentido tratar de repararlas. No importa si te separaste. Siempre fuiste una estudiante excepcional, César nunca se preocupó por sus responsabilidades, incluso creo que ese patán no está a tu altura. El hombre que se case con mi hija será el mejor del mundo."
Mientras hablaba, Darío sacó una invitación de su bolsillo y dijo: "Esta es la invitación a la fiesta de cumpleaños número 70 del multimillonario Gabriel Casal. Todas las grandes familias de Flemania recibieron una, e incluso especifica que cada familia debe llevar a una hija. Obviamente, es para arreglar citas para el hijo de la familia Casal, Renzo. Cada familia sólo tendrá un cupo para una mujer, y planeo llevarte a ti."
Evelyn no esperaba escuchar el nombre de Renzo en su casa. No sabía cómo reaccionaría Darío si supiera que ya se había casado con el hombre que acaba de mencionar.
Pero Evelyn no dijo nada.
Darío puso la invitación en la mano de Evelyn y dijo: "Evelyn, tu viejo sabe que te he descuidado en esta casa, pero tienes que saber que siempre serás la que más quiero."
Si Evelyn aún fuera una niña, definitivamente creería.
Pero ahora, sólo bajó la cabeza y dijo suavemente: "Lo sé."
Darío miró a Evelyn y suspiró antes de irse.
Evelyn se quedó mirando la invitación en su mano.
¿Planeaba la familia Casal organizar citas públicas para Renzo?
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