Durante todo el viaje, Evelyn y Renzo permanecieron en silencio. Evelyn, a hurtadillas, miraba a Renzo a través del espejo retrovisor. Su cara era tan sombría que daba una sensación de asfixia.
Evelyn se sentía algo culpable, después de todo, ella y Renzo eran marido y mujer, y la había descubierto pasando la noche en casa de un hombre desconocido. Pero cuando pensó en que Renzo no había regresado a casa esa noche, Evelyn sintió que su comportamiento no era tan exagerado.
El auto entró en la Villa Arce, finalmente se detuvo frente a la mansión.
El ambiente en el auto se volvió aún más tenso, Evelyn sentía como si el aire se hubiera congelado.
Renzo finalmente habló: "Dime, ¿qué pasó realmente?"
Evelyn fingió no entender: "¿Qué cosa?"
Renzo se giró para mirar a Evelyn. Extrañamente, ella sentía que no tenía dónde esconderse bajo su mirada.
Renzo dijo: "Te fuiste de casa sin decírmelo, te quedaste en casa de un hombre desconocido, ¿crees que puedes lidiar con alguien como Iván? ¿Cuánto sabes de él para irte a casa con él?"
Evelyn respondió: "Tampoco te conozco mucho, ¿y no estoy casada contigo?" Si hubiera sido en el pasado, Evelyn definitivamente no se atrevería a hablarle así a Renzo.
Renzo obviamente se enfadó con este comentario: "¿Es nuestro matrimonio tan insignificante para ti?"
Evelyn respondió: "Tú tampoco lo valoras."
Renzo miró fijamente a Evelyn por un largo rato: "Evelyn, ¿realmente vas a hablar así conmigo?"
Evelyn de repente se sintió muy triste. Siempre ha debatido internamente si debía revelar la verdad entre ellos, si debía romper la farsa. Pero Evelyn no tenía el coraje. Temía que una vez que lo hiciera, todo volvería a la normalidad rápidamente.
Evelyn aún no estaba preparada mentalmente, lo único que quería ahora era enfriar su relación.
"Ya firmé el contrato."
"Pagaré la multa por romperlo."
Evelyn se giró y le dijo a Renzo: "Renzo, esta es mi elección, mi vida, no tienes derecho a interferir."
"Soy tu marido, si yo no tengo derecho, ¿quién más lo tiene?"
"Solo es la obligación de un contrato matrimonial, si insistes en detenerme, entonces deberíamos divorciarnos."
Después de decir eso, todo se volvió muy tranquilo de repente.
Esa tranquilidad era tan aterradora.

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