Herida de Luna: La Caza del Amor Perdido romance Capítulo 134

*****Punto de vista de Louise*****

Cuando Jacques pronunció esas palabras, sentí como si el mundo se derrumbara por un momento mientras luchaba por comprender lo que quería decir.

Me di la vuelta para mirar a Jacques, con el corazón latiendo con fuerza en mi pecho. La ira y la confusión que habían estado hirviendo en mi interior finalmente estallaron. "¿Cómo demonios pudiste ocultarme algo tan importante?", pregunté, con una mezcla de dolor y frustración en mi voz.

Pude ver la culpa reflejada en los ojos de Jacques, pero no estaba dispuesta a dejarlo salirse con la suya tan fácilmente. Las preguntas brotaban de mi boca en rápida sucesión, mis palabras se superponían a sus débiles intentos de responder.

Fue como si se hubiera roto una presa dentro de mí y no pude detener el torrente de emociones y preguntas que surgieron.

—¡No eres un Laurent y ni siquiera pudiste contarme esto! —grité, mientras sus palabras anteriores volvían a reproducirse en mi mente.

¿Era un Hart? ¿Como Hart?

¿Cómo fue todo esto posible?

—Es la verdad, Louise —respondió él, aún así, con tono indiferente.

Lo miré con enojo y me sentí traicionada por todo esto. Toda mi vida había sido una mentira desde el principio y estaba bastante segura de que mi padre sabía todo esto.

Crecí con un completo desconocido, pensando que éramos hermanos nacidos de otra madre pero que compartíamos el mismo padre. Nunca me hubiera creído que no éramos una familia, que no éramos hermanos, que ambos éramos de madres y padres diferentes. Eso explica por qué mi padre insistió en que me convirtiera en Alfa, porque él no era un Laurent.

—Bueno, ya basta de drama —escuchamos decir a Chloé mientras se frotaba las manos.

—Ustedes dos no ven lo helado que está aquí afuera y aún así quieren conversar y dejarnos morir con tanto frío, ¿no? Ella resopló.

Jacques y yo la observábamos atentamente, sabiendo ya que lo que sucedería a continuación no sería bueno.

Mi mirada se dirigió a Benjamin, que estaba desplomado sobre el hombro del guardia.

Tenía el presentimiento de que le habían rociado la sustancia y que por eso le había causado tanto efecto.

"Louise, me vengaré de ti por matar a mi hermano y también mataré a tu hermano falso que destruyó mi base, ¡el legado de mi padre!" La miré como si se hubiera vuelto loca.

¿Llamó legado a una base llena de matones? Chloé definitivamente no estaba bien.

"Chloé…."

—Cállate —me interrumpió y antes de que pudiera decir una palabra más, Chloé sacó una pistola, una que definitivamente tendría una bala de plata.

"Los enviaré a ambos directamente a conocer a su padre, oh, esperen... Él no es su padre, Jacques, y tampoco está muerto".

Apreté los dientes y apreté el puño.

Estaba a punto de estallar si seguía soltando esas palabras. Su guardia acechaba cerca mientras yo estaba sentada en el suelo helado, mientras Jacques se arrodillaba a mi lado.

—Retírate. —Apuntó con el arma a Jacques, con voz exigente. Le pedí que se alejara y él obedeció. Pero entonces, en un instante, alguien corrió hacia Chloé, intentando arrebatarle el arma de las manos.

Cuando lo alcancé, lo atraje hacia mí y miré fijamente su hermoso rostro mientras lo llamaba.

—Benjamín, despierta… El frío ya empezaba a afectarnos a Inaya y a mí. Mis piernas se sentían como gelatina y estaba a punto de desmayarme.

—Benjamín… —grité de nuevo—, despierta… —le di golpecitos en la barbilla, en todas partes para que se despertara, pero fue en vano.

"Inaya, ¿qué le pasa?", pregunté.

"Él estará bien", fue todo lo que dijo y dudé que pudiera encontrar las palabras adecuadas al instante.

"¿Estás seguro? ¿Por qué no responde?"

"La dosis fue demasiada para él", dijo, refiriéndose al spray que Chloé le había aplicado anteriormente.

Las lágrimas me escocieron los ojos, pero las contuve y giré en la dirección en la que se fue Jacques.

Ahora éramos los únicos aquí y no había nadie a la vista para ayudarnos.

De repente me invadió un mareo que me impidió mantener los ojos abiertos.

Lo intenté varias veces, pero fracasé miserablemente y pronto sucumbí a la oscuridad, quedando cerca de Benjamin.